Decenas de personas se concentraron de forma espontánea ayer frente a la pequeña capilla del barrio de Sa Coma de Andratx, para protestar contra la anulación de la tradicional procesión de la Virgen de Lluc cada 15 de agosto. Con insultos y gritos de "sinvergüenza" dirigidos hacia el rector, Joan Bordoy, por haber eliminado el acto y la misa del programa de fiestas tal y como se venía realizándose desde hace más de dos décadas. Los manifestantes tuvieron que ser escoltados por la Policía Local, aunque no se registraron incidentes.

Además, los protestantes llevaron un cuadro de la Virgen y diversos ramos de flores para llevar a cabo su propia procesión alternativa, ambientada por si ello no fuera poco, por una particular banda musical, a base de instrumentos confeccionados por embudos y cacerolas, que hicieron sonar con fervor. "¡Sin procesión no hay fiestas!" fue el lema elegido por la protesta.

Según Bordoy, la decisión fue tomada por el Consejo Parroquial. El año pasado, según el párroco, los políticos tuvieron que sacar a hombros la pequeña talla por la falta de vecinos que quisieran hacerlo y por eso este año la misa se ha oficiado en la parroquia de Santa María de Andratx. Fuentes municipales han preferido quedarse al margen del conflicto.

Ahora, los vecinos piden que Bordoy rectifique y aclare su postura en una reunión conjunta para clarificar el futuro de la fiesta.