Indignación e injusticia. Son los conceptos más repetidos ayer por los vecinos de la urbanización de Es Guix, en Escorca, tras la decisión del Consell de desclasificar el núcleo. Los residentes aseguran que la medida impedirá el crecimiento natural del municipio y deja en el aire servicios ya comprometidos como la canalización del agua potable, entre otros inconvenientes derivados de la conversión de los terrenos urbanos en rústicos. Quieren denunciar en los juzgados la medida aprobada por el Consell.

La familia Cuart, propietaria de la urbanización de Es Guix, a excepción de los solares donde se proyectaba la construcción de la macrourbanización, se muestra especialmente crítica con la desclasificación de los terrenos. Fuentes de la familia aseguran que emprenderán medidas legales contra la decisión del Consell por la "inseguridad jurídica" y la "pérdida de derechos" que implica, aunque prefieren no hablar todavía de cantidades económicas a reclamar. "Nuestro abuelo se gastó muchísimo dinero en la urbanización, aunque no guardamos facturas porque hace muchos años".

La portavoz familiar acusa al Consell de "despreciar" a los propietarios de Es Guix y expresa su desilusión con UM, partido del que esperaba que apoyase la propuesta del PP, que rebajaba el crecimiento inicial aunque permitía un cierto desarrollo de viviendas unifamiliares. "Puedo entender que la zona quiera protegerse porque es un espacio singular, pero lo que pretendía hacerse no era un atentado y era una forma de crear una zona de crecimiento para la gente del municipio", añade. El Consell debería haber "comprado o expropiado" los terrenos. "Así, nos obligan a buscar abogados y acudir a los tribunales, con todo el coste económico que implica".

Los vecinos de la urbanización se muestran indignados. "Esto quedará sin servicios, no nos podremos ni duchar", opina Josep Bernat, vecino de Es Guix. "Tenemos un chalet desde hace treinta años y ahora, de repente, es rústico; es un atraco", añade. A su entender, la normativa "debería permitir la construcción de unos cuantos chalets, que no hacen daño a nadie y permitir a la gente del pueblo residir aquí; no apoyábamos el nuevo pueblo que pretendía hacerse". Este residente precisa que "se ha intentado vender la idea de que Es Guix es Lluc y no es así, esto es una urbanización donde viven doce familias".

Otro vecino, Colau Llull, lamenta que la desclasificación dejará en punto muerto el proceso de abastecimiento de agua potable, que "sólo dependía de una firma porque toda la obra estaba hecha", ya que "cada viaje de agua cuesta setenta euros porque la suben en camión desde Selva". "Los del Salvem es Guix lo han hundido", concluye.

Antoni Garau, vecino y propietario de un restaurante en Es Guix, también muestra su enfado. "Hace 54 años que vivo aquí y es penoso que mis hijos tengan que irse a otro pueblo para vivir". Garau se muestra muy crítico con los curas. "Dicen que aman Lluc y su entorno, pero desde hace años tienen un edificio con techo de uralita en medio del santuario", afirma en referencia al Acolliment. A su entender, "ha habido un cambio de cromos entre los políticos y la iglesia: nos dejáis hacer Son Espases junto a La Real y os paramos Es Guix". Garau concluye que Escorca "es el único municipio europeo sin casco urbano".