El Museo del Calzado y de la Piel de Inca abrirá sus puertas al público el próximo miércoles a pesar de que todavía no dispone de director, gerente ni personal administrativo y sólo podrá exhibir una exposición permanente de antigua maquinaria, "modesta", en opinión del alcalde Pere Rotger. La nueva instalación, que ocupa más de 2.000 metros cuadrados en el pabellón principal del antiguo cuartel General Luque y cuya habilitación ha costado 3,8 millones de euros, "ampliará funciones y servicios a medida que se disponga de presupuesto".

El primer edil, que ayer realizó una visita al museo junto a varios de sus regidores, admitió que la falta de presupuesto obligará, en un principio, a ofrecer una versión reducida de lo que espera que sea el museo dentro de unos años, un "homenaje al sector del calzado y de la piel de Inca".

El personal con el que contará el museo al inicio de su andadura estará compuesto únicamente por dos funcionarios del Ayuntamiento que serán trasladados al nuevo equipamiento debido a que el Consistorio no dispone de fondos para contratar a nuevos trabajadores. La entrada a la instalación, de momento, será gratuita.

Rotger apuntó que el próximo paso será la contratación de una "persona cualificada" para que asuma la dirección del museo, por lo que hizo un "llamamiento público" para que los interesados presenten currículums al área de Cultura. Esta plaza se financiará con fondos de la conselleria de Turismo, que aportará entre 80.000 y 100.000 euros anuales este año y el próximo para este fin.

Según el alcalde, el museo "empezará su andadura en serio cuando sea incorporado a la red turística y cultural de Balears" y añadió que, en un principio, "la gestión será totalmente municipal", sin descartar la creación de un consorcio en un futuro.