La crisis continúa acechando y la construcción sigue siendo vital para la inyección de capital en la isla. Desde que el decreto Nadal entró en vigor, en enero de 2009, diversas urbanizaciones costeras de la isla se paralizaron. Lo mismo ocurrió con el Plan Territorial de Mallorca (PTI), que impedía la concesión de licencias en núcleos de población consolidados pero carentes de alcantarillado. Todo cambiará en breve.

El nuevo decreto ley aprobado en el Parlament el pasado 27 de abril con los votos de PSOE, Bloc y UM, permitirá dar licencias de obra en aquellas urbanizaciones afectadas hasta ahora por las citadas restricciones, lo que supondrá el desbloqueo de unas 20 urbanizaciones en la Part Forana.

El decreto ley fija, no obstante, una serie de prescripciones y obliga a los consistorios a ejecutar el proyecto de alcantarillado en un plazo máximo de dos años.

Las más relevantes se ubican en Llucmajor. El alcalde Joan Jaume confirmó hace unos días a Diario de Mallorca la reanudación de los trámites para la concesión de licencias de obra en Cala Pi, Vallgornera Nou y es Pas de Vallgornera. Una medida que, de hecho, ya entra en los planes presupuestarios del Consistorio para este año, que prevé por ello unos ingresos extra.

De estas tres zonas, Cala Pi es el núcleo más desarrollado. El 61% de la superficie está urbanizada. Según los datos municipales, en esta urbanización hay 438 viviendas, aunque se podrían edificar 382 más. El número de inmuebles a construir es aún mayor en Vallgornera Nou, donde hay 225 solares vacantes, lo que equivaldría a 452 nuevas viviendas, mientras que es Pas de Vallgornera, donde el 83% del suelo sigue pendiente de edificar, sumaría 399 viviendas a las 207 ya construidas. En total, el Ayuntamiento estima que la ocupación máxima podría alcanzar en estas tres urbanizaciones las 2.000 viviendas.

Jaume matizó, no obstante, que todo permiso deberá ser ratificado por la Comisión Balear de Medio Ambiente, que velará por la protección del la cueva subterránea, protegida por la UE como Lugar de Interés Comunitario (LIC).

Otra de las localidades que más se beneficiarán de esta medida es Alcúdia. El Ayuntamiento podrá reanudar la concesión de permisos en la urbanización de Bonaire, cuya actividad urbanística fue suspendida al carecer de proyecto de alcantarillado y tras haber conseguido la exoneración del PTI, que finalmente no dio sus frutos. Miquel Llompart, alcalde de esta localidad, se mostró satisfecho con esta medida. "Es positiva pero no se notará en las arcas", indicó. En Alcúdia también se reactivarán las palas en la zona de Manresa, añadió, aunque con escasa repercusión urbanística.

Pollença se suma a estos municipios. Formentor, uno de los grandes caballos de batalla de los ecologistas volverá a soltar las riendas. Lo mismo podría ocurrir en la zona de La Font, que actualmente también carece de alcantarillado.

Amén, de los grandes proyectos, Sencelles podrá, asimismo, regularizar algunas de las edificaciones ubicadas en los llogarets, comentó el alcalde Joan Carles Verd, quien, sin embargo, mostró sus reticencias sobre la construcción de la depuradora de Ruberts por su impacto en el paisaje.

Marratxí, por su parte, también reanudará la actividad en dos núcleos hoy paralizados; Can Domingo y Son Caulelles. El alcalde de este municipio José Ramón Bauzá mantiene, en este sentido, una opinión dispar. Si bien agradece los beneficios que supondrá para el municipio, como presidente del PP consideró "no indicada" la manera de llevar a cabo las gestiones para aprobar la ley, "ya que se ha pasado por encima de los consistorios".

Hay ayuntamientos como Capdepera que ya han planificado reuniones con los técnicos para conocer el estado de algunos núcleos y evaluar su afectación. La urbanización es Pelats es uno de ellos y cuatro más están siendo estudiados para conocer si cumplen los requisitos.

En Artà hay otras tres urbanizaciones susceptibles de ser contempladas en el nuevo decreto; s´Estanyol, Sant Pere y Betlem. Se trata de urbanizaciones levantadas en los años 60 ubicadas en la Colònia de Sant Pere. El alcalde de Artà, Rafel Gili, se postuló a favor del acuerdo, en tanto que los propietarios podrán ahora construir en solares afectados por las restricciones. Según dijo, el Ayuntamiento ya está acelerando los trámites para ello. También Felanitx regularizará la urbanización sa Punta, situada junto al faro de Portocolom. En esta zona hay entre 1.500 y 2.000 residentes. Es la única que no tiene alcantarillado y que permanecía paralizada. Lo mismo ocurre en es Llombarts de Santanyí, mientras que en ses Salines se debate el caso de ses Figueretes, pendiente de resoluciones judiciales.

Esta información ha sido elaborada con la colaboración de: J. Frau, T. Obrador, S. Sansó y Biel Capó