Un segundo corrimiento de tierra a la altura del Coll de Sa Gramola en plena Serra de Tramuntana provocó el hundimiento de la carretera, afectando por completo las conexiones entre Andratx y Estellencs.

Algo más de diez metros de carretera se vinieron abajo a última hora de ayer. El socavón, de unos cinco metros de profundidad, se registró en una zona anexa donde hace 15 días aparecieron unas importantes grietas en el pavimento. Desde entonces, uno de los carriles de la vía permanecía cerrada al tráfico por orden del departamento de Carreteras del Consell, que estudiaba un plan de actuación.

El desplome de la carretera se produjo de manera escalonada sin causar daños personales, pero sí estructurales. En ese mismo momento aún quedaban operarios del Consell en el lugar afectado que fueron testigos de cómo el asfalto empezaba a moverse hasta que se vino abajo por completo.

Este segundo corrimiento de tierra deja totalmente aislada la pequeña localidad de Estellencs, en plena Serra de Tramuntana, con el municipio vecino de Andratx donde el pasado viernes el alcalde Tolo Jover se reunió con los comerciantes y vecinos afectados por los primeros cortes de circulación en la vía. En este encuentro también participó el primer edil de Banyalbufar, Mateu Ferrà, que mostró su preocupación por lo sucedido.

Ahora el Consell deberá iniciar un estudio en profundidad en la zona y emprender medidas urgentes. La reparación superará el plazo previsto inicialmente por la institución insular, que después de evaluar los daños fijó un periodo de actuación de dos meses.

El alcalde de Estellencs, Tolo Jover, acudió al lugar nada más tener conocimiento de los hechos y calificó la situación de "extrema gravedad".

Jover se puso en contacto con la consellera de Territorio, Maria Lluïsa, que lamentó la situación e incluso mostró su preocupación porque el suceso pueda afectar la candidatura de la Serra de Tramuntana a Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Según explicó el alcalde, Dubón ha dejado en manos de los técnicos la viabilidad de una actuación a corto plazo.

El primer teniente de alcalde de Andratx, Gabriel Puigserver, por su parte, aludió a las consecuencias negativas que generará en el día a día de los vecinos y en el desarrollo económico del municipio y espera que las instituciones aunen esfuerzos para que se llegue a una solución "rápida y eficaz".