Los promotores de la urbanización de ses Figueretes, situada justo a la entrada de la Colònia de Sant Jordi desde Campos, esperan con una mezcla de inquietud y confianza la sentencia del juicio que desde julio de 2008 les enfrenta con el ayuntamiento de ses Salines por la falta de acuerdo en la cesión del 10% de los terrenos edificables.

Es el último paso de un conflicto que se inició ya hace más de veinte años, "y que de ser favorable, como creemos, haría que reactiváramos el proyecto para la construcción de 240 nuevas viviendas", recordaba hace unos días Toni Bonet, uno de los 7 propietarios afectados.

Los hechos se remontan a febrero de 1988, cuando el por entonces alcalde de saliner Miquel Rigo (UM) comunicó a varios propietarios de la zona la voluntad consistorial de trasformar y adecentar la entrada del núcleo, puesto que daba "mala imagen". Pronto la corporación municipal inició la asignación de parcelas y diseñó los primeros planos.

"Fue sólo entonces cuando nos decidimos a tirar el proyecto adelante y elaborar una memoria de detalle", indicó Bonet. "Fuimos nosotros los propietarios quienes pagamos la construcción de las aceras y la apertura de las calles de la zona residencial", explicó. Así, las calles Lluna, Ramón y Cajal, es Salobrar, Aritòtil, 24, ses Figueretes y el camino de na Mercadala fueron dotadas de los primeros servicios.

Pero la iluminación pública, la electricidad y el teléfono nunca llegaron y hoy los 38.000 metros cuadrados de superficie del solar permanecen repletos de maleza dando la misma mala impresión que se quería evitar hace dos décadas.

Entonces, ya en el año 1991, los técnicos municipales emitieron informes desfavorables por la interpretación de la nueva normativa, por la cual los promotores debían ceder al Consistorio un 10% de los terrenos donde se levantarían las viviendas de ses Figueretes. "Tal vez eso fue así después, pero no cuando presentamos el proyecto, de ahí que no desistamos en lo que pensamos, que es lo más justo", ratificó el que es hoy en día regidor del ayuntamiento de ses Salines por el partido Sud Unificat.

Contencioso administrativo

Tras años aparcado, el interés por ses Figueretes renació durante esta legislatura. En julio de 2008, los propietarios decidieron solicitar al alcalde y regidor de Urbanismo, Sebastià Burguera (PSOE), una solución ecuánime al conflicto: elevar el proyecto al Consell de Mallorca, acatar su decisión y dar carpetazo de una forma u otra al tema. Unos cuantos días después el mismo Burguera firmaba un decreto de alcaldía denegando definitivamente la licencia.

"Lo firmó de forma unilateral y sin consultar a los otros miembros de la regiduría, por eso decidimos interponer un contencioso-administrativo contra el ayuntamiento de ses Salines", dijo Bonet, quien aseguró que "lo más seguro es que haya una sentencia favorable antes de 2010. Si es así, reanudaremos el proyecto sin dudarlo".