Antes que apuntar vías de solución, los problemas de la estacionalidad se acentúan un poco más cada día. Las promesas de Delgado se han depreciado por completo y el consejo creado para la promoción turística se asemeja en grado sumo a un hotel cerrado. Hechos frente a realidades incuestionables es lo que hace falta. Y capacidad de regeneración y alternativas complementarias. Se habla en exceso de estacionalidad. Tanto que ya no se hace caso de ella.