Los más madrugadores a las 5,30 horas de la mañana ya estaban en los establos para preparar a los equinos de cara al largo trayecto que les esperaba. Lo que nadie confiaba es que el tiempo no acompañara del todo y a medio camino la lluvia hiciera acto de presencia.

Sea como fuere, ayer en Sóller se concentraron más de ochenta personas con una afición común, su pasión por los caballos, para emprender la tradicional excursión hasta el corazón de la Serra. Ayer se llevó a cabo la vigésima edición de la ´Pujada a Lluc amb Bísties´ que anualmente se lleva a cabo desde el valle.

Tras comprobar detalles rutinarios como las herraduras de los caballos, la correcta colocación de la silla de montar o el engrase de los carruajes, a las 7,30 horas de la mañana los excursionistas partieron desde Can Rave a lomos de sus equinos. Para la subida al Puig Major se eligieron dos rutas diferentes.

Para la media docena de carros que tomaron parte de la pujada, se optó por la carretera convencional Ma-10 dada la imposibilidad de ascender por otra vía alternativa. Los que optaron por montarse a los lomos de caballos, yeguas o burros siguieron la ruta que los llevaría por s´Arrom y l´Ofre. El punto de encuentro de las dos expediciones era la Font del Noguer, donde les aguardaría una merienda-comida para reponer fuerzas y seguir el camino hacia Lluc. Esta vez, cuesta abajo. El mayor esfuerzo de los animales estaría más que realizado a su llegada al Pla de Cúber.

Tal y como narró una de las participantes, Oana Oancea, "la subida fue algo larga" en tanto que tuvieron que realizar diversas paradas para dar un descanso a sus animales. La lluvia que se registró por la mañana en la Serra también fue un obstáculo más.

Para esta jinete, su llegada a la Font del Noguer fue un alivio, ya que además de reponer fuerzas implicaba llegar al punto álgido de la excursión. En esta ocasión la merienda fue ofrecida por el PP, puesto que la situación económica del ayuntamiento hizo que este año se quedaran sin aportación municipal.

Tras montarse de nuevo, los excursionistas siguieron su camino hacia Lluc rememorando así el camino que antaño debían seguir por los bosques de la Serra aquellos que marchaban del valle en dirección al santuario. Tras la cena de compañerismo de anoche y la merienda de esta mañana, los participantes volverán a subirse a sus caballos para regresar de nuevo a casa.