Su presencia en Mallorca dejó de estar documentada desde mediados del siglo veinte, pero eso cambiará en breve. La conselleria de Medio Ambiente del Govern ha diseñado un plan para reintroducir el águila coabarrada (perdicera, en castellano), una especie que figura como extinguida en la isla. Presente en la actualidad en otros lugares del Mediterráneo así como en Oriente Próximo, India y China, los especialistas desconocen por qué se extinguió en Mallorca, pero creen que la persecución directa fue un factor determinante.

Para evitar que se repita lo que pasó con esta ave rapaz, la Conselleria ha hecho también un plan para conservar a dos especies consideradas ´vulnerables´ desde el año pasado en el Catálogo Balear de Especies Amenazadas y de Especial Protección: la tortuga mora (con presencia, sobre todo, en los municipios de Ponent) y la miloca, de la que apenas hay una o dos parejas reproductoras en la isla. En lo que respecta al águila coabarrada –que habita zonas montañosas y pone sus nidos en acantilados–, el objetivo es lograr que haya una población estable, a través de la liberación en el medio natural de ejemplares juveniles que ayuden a fundar una nueva población.

Así, el plan de reintroducción establece que, en una primera fase experimental, se liberarán cada año de cuatro a seis ejemplares. El proceso previsto irá acompañado de un sistema para proteger estas poblaciones en caso de que se considere necesario.

Peligro de electrocución

En el proyecto diseñado por el departamento autonómico, se argumenta que Mallorca dispone de hábitats adecuados para la conservación de este tipo de águila, aunque se recuerda que las principales amenazas a las que se suele enfrentar esta especie son "la electrocución y la persecución directa".

Una especie más arraigada en la isla es la tortuga mora. Su nombre ya da una pista de su origen norteafricano. Se piensa que llegó a Mallorca hace cientos o miles de años.

En la isla, existe una población perfectamente adaptada en el municipio de Calvià, una de las tres comunidades que existen en todo España. Hubo en Formentera, pero se extinguieron en la pitiusa menor probablemente en la segunda mitad del siglo veinte.

El plan conservacionista se marca como objetivos garantizar la viabilidad de la tortuga mora potenciando la cría de especies en cautividad para su posterior liberación (el objetivo es reintroducir unos 70 ejemplares al año) y analizando las causas de mortalidad no natural para lograr minimizarlas. En este sentido, se evaluará especialmente la incidencia de los atropellos a cargo de vehículos.

La Conselleria prevé también analizar el potencial de acogida para la tortuga mora en otras zonas aparte de Calvià, como Puigpunyent, Andratx y Palma, donde se supone que en otros tiempos hubo presencia de esta especie.

Igualmente, será objeto de un plan de conservación la miloca, de la que apenas hay ejemplares en la isla, a diferencia de lo que sucede en Menorca, donde hay, según estimaciones de Medio Ambiente, entre 45 y 50 parejas reproductoras. Una de las medidas aprobadas consistirá en prohibir los trabajos forestales en un radio de 200 metros alrededor de cada nido.

Los principales peligros que acechan a esta especie son los envenenamientos, las molestias durante la cría y la caza ilegal.