La biografía de Guillem Cifre de Colonya (1852-1908) es la de un hombre comprometido, avanzado a su tiempo, que luchó para cambiar el orden establecido desde una óptica liberal y moderna en tres frentes diferentes y, a la vez, complementarios: la educación, la política y la economía. Mañana, el Teatre Principal de Palma será el escenario de la presentación del documental sobre la figura del erudito pollencí: Un Sant que no anava a missa. Guillem Cifre de Colonya abans Coll.

Se trata de un ambicioso trabajo codirigido por el doctor en Historia y biógrafo de Cifre de Colonya, Pere Salas, junto a Antoni Rotger y Antoni Marquet. El objetivo de la producción, realizada con motivo del Any Guillem Cifre de Colonya promovido por el ayuntamiento de Pollença, es el de traducir en imágenes y lenguaje audiovisual la trayectoria vital y la implicación social de Cifre de Colonya, "una de las historias personales y colectivas más apasionantes de Mallorca".

La trayectoria personal de Cifre de Colonya no puede entenderse sin su etapa juvenil en Madrid, entre los años 1869 y 1878, cuando entra en contacto con los ideales del krausismo, una doctrina que defiende la tolerancia académica y la libertad de cátedra. Allí, conoce a los representantes españoles de esta corriente antidogmática: Francisco Giner de los Ríos y Nicolás Salmerón. En Madrid, vive de primera mano la proclamación de la primera República en 1873 y asiste a la creación de la Institución Libre de Enseñanza, en 1876, en la que llega a dar clases altruistamente como profesor auxiliar.

En su regreso a Pollença, en 1878, Cifre de Colonya quiere aplicar en la isla el modelo educativo que interioriza en Madrid. El historiador Pere Salas explica que su objetivo es "renovar la educación para que ésta sea moderna y llegue a todo el mundo". Ya en 1879, funda la Institució d´Ensenyament de Pollença, en la que pretende "aplicar una enseñanza integral, no sólo memorística, que fomente el contacto con la naturaleza y que prefiere los juegos a los castigos". Fue el primero en implantar la coeducación en la isla que beneficiase a niños y niñas por igual.

Educación contra el caciquismo

El modelo que defendía Cifre de Colonya, basado en una educación laica, chocó con el poder establecido y la Iglesia. "Quiso aplicar en una comunidad rural, sometida al caciquismo, las tesis que en Madrid se aplicaban en una comunidad burguesa", explica Salas. Su intención era "preparar a la gente para liberarla del caciquismo, para que todos pudieran ser pequeños propietarios dentro de las posibilidades que ofrecía el capitalismo".

Por ello, en 1880 crea la Caixa d´Estalvis Colonya con la finalidad de "crear instituciones privadas para ayudar a la gente a nivel material y favorecer que los pequeños propietarios tuviesen sus ahorros y se liberasen de esta forma de los usureros, muy extendidos en la isla".

Hombre comprometido y profundamente demócrata "en todos los sentidos", no tarda en ingresar en el Partido Republicano, con el que es regidor por primera vez en Pollença en 1885. Fue un firme defensor del sufragio universal y luchó por enterrar el analfabetismo y terminar con los votos dirigidos que fomentaba el caciquismo imperante.

A modo de conclusión, Pere Salas define a Guillem Cifre de Colonya como una "persona coherente en todos los sentidos, que luchó para aportar herramientas que ayudasen a liberar a la clase más baja de la sociedad de la época". A pesar del "carácter depresivo" que le llevó al suicidio en Lyon en 1908, creía en la "bondad del hombre" y por ello congregó a un "grupo importante de discípulos". En este sentido, Cifre de Colonya fue un santo fuera de la Iglesia.