La realidad suele desmentir a los tópicos. Existe la creencia generalizada de que los alemanes que se instalan en Mallorca son ciudadanos con un alto poder adquisitivo, que eligen la tranquilidad isleña para gozar de un trabajo bien remunerado o para pasar una jubilación dorada con paseos al sol y vista al mar, en compañía de numerosos compatriotas que conforman una especie de paradisíaco land (estado alemán) mediterráneo. Hasta aquí el tópico.

La vida real desmonta esta falsa idea y evidencia que en el colectivo de alemanes residentes en la isla las dificultades también están a la orden del día. Así lo atestigua la memoria de actividades de la asociación social y cultural alemana de Calvià (Asca), una entidad creada en 1996 que este año ha prestado asistencia benéfica a cerca de un millar de personas, de las cuales alrededor de 800 son germanos de viven en Mallorca y que pasan algún tipo de apuro económico.

La crisis afecta

Se trata de una cifra que, como explica el coordinador de la asociación, José Antonio Rodríguez, ha ido en aumento año tras año y que se elevará aún más en los próximos meses dada la actual situación de crisis económica. "Mucha gente nos está pidiendo ayuda", afirma.

El apoyo prestado tiene diversas vertientes e incluye, entre otras cosas, el reparto gratuito de comida, un servicio de intermediación con los hospitales y la entrega directa de dinero (hasta 50 euros), siempre que se acredite fehacientemente que el beneficiario necesita la ayuda social. El apoyo que presta la asociación calvianera se centra también en facilitar el regreso a su país a los súbditos teutones que no tienen la capacidad económica para hacerlo, colaborando para ello con el consulado alemán en Palma.

En 2008, según apunta Rodríguez, la organización ha sufragado un centenar de billetes. En muchos casos se trataba de personas enfermas, sin un sostén familiar o económico que les permitiese volver a Alemania.

"Engaño" en origen

El coordinador observa con preocupación un fenómeno que ha proliferado en los últimos tiempos: el "engaño" que sufren alemanes contratados en su país por empresas que ofertan a través de internet trabajos en Mallorca, sobre todo en el sector de la construcción. "Les ofrecen el oro y el moro, unas condiciones muy buenas. Ellos abandonan su tierra y en muchos casos se ven obligados a coger un crédito para pasar los primeros meses aquí. Pero el problemas es que las empresas que los contratan son piratas. No los tienen declarados ni asegurados", expone.

Rodríguez denuncia el "engaño" al que se somete a estos trabajadores e indica que, por este motivo, ha interpuesto ante el Tribunal de Mediación y Arbitraje de Balears (Tamib) una media mensual de "cuatro o cinco" reclamaciones durante el último año.

Perfil diverso

Las personas atendidas por la asociación social y cultural alemana -que no cobra por sus servicios- responden a un perfil diverso. Hay alemanes, pero también españoles, ingleses y de otras nacionalidades. Hay jóvenes, adultos y ancianos. Incluso matrimonios con hijos. En este último caso, se les intenta ayudar con aportaciones suplementarias.

Para sostener este entramado asistencial, la entidad dispone sólo de la financiación procedente de donaciones privadas. En la actualidad, remarca el coordinador de la asociación, no cuentan con el apoyo de ninguna institución pública.

La asociación actúa sobre otros ámbitos. Semanalmente, emite un programa dirigido a la comunidad alemana desde los micrófonos de Ràdio Calvià. También organiza cada año dos fiestas. Una en mayo y otra en octubre. La entidad, que cuenta con 1.480 afiliados, dispone además de una sede en Santa Ponça, en que ofrecen clases de castellano y sesiones de terapia para problemas como el alcoholismo.

El colectivo de residentes comunitarios en Calvià cuenta con otra entidad creada hace poco. Es la Asociación de Residentes, Trabajadores y Comerciantes Británicos e Irlandeses en Balears.