La Associació de Veïnats del Jonquet insisten en que los molinos se abran a la ciudadanía como equipamiento cultural, por ello presentaron su propuesta a los presupuestos participativos del Ayuntamiento el pasado 6 de abril. Ellos se acogen a que de los cuatro molinos, dos de ellos ya tienen la calificación urbanística como equipamiento sociocultural, y también a que el barrio del Jonquet es Bien de Interés Cultural.

Los vecinos han presentado alegaciones ante el Plan Especial de Protección del Jonquet (PEP) que aún no ha sido aprobado. Su disconformidad estriba en el uso que se apunta en el nuevo planeamiento para la zona como el de dar uso de vivienda a los molinos de sa Garriguera y d'en Gelós, y con la idea de "permitir la ubicación de un restaurante en uno de los molinos; algo que no nos agrada en absoluto", expresó Josep Balaguer, presidente de la asociación vecinal.

Su propuesta Obrim tots els molins del Jonquet, el Ayuntamiento recuerda que "dos de los molinos están en estado ruinoso, y que los propietarios no han llevado a cabo ninguna reparación pese a estar obligados a hacerlo".

Para los vecinos que una zona como el Jonquet, que es Bien de Interés Cultural, y que "es mirador único y privilegiado de la bahía y del centro histórico", sería del todo compatible que sean de uso sociocultural abierto a la ciudadanía.

Desde Cort ya se les recordó que "dos de los molinos ya están siendo utilizados como casal de barrio y como museo de los molinos". Se trata de los que son de titularidad municipal. Los vecinos de la asociación quieren más.

Los otros molinos que son de propiedad privada, uno de los cuales presenta un aspecto ruinoso, y el otro se usa como discoteca, están a la espera de la aprobación del PEP para aclarar qué uso tendrán.

Desde Urbanismo se espera a ver qué harán los propietarios puesto que su idea sería que se hicieran cargo de los mismos para evitar unas costosas expropiaciones. La asociación de vecinos no apoya esta idea ya que son partidarios de que este legado del patrimonio de la ciudad debe quedar en manos públicas. De lo contrario "sería una gran pérdida para Palma", expresó Balaguer.