Ponerse manos a la obra. Eso es lo que hicieron madres y padres del colegio público del Molinar durante todo el pasado domingo para lograr un patio mejor para los niños más pequeños. Una casita de madera, una tienda tipi y una cocina hecha con palés reciclados, además de césped artificial sobre el que jugar, sorprendieron a los pequeños a su llegada al centro. La Amipa del colegio había comprado material y organizó la jornada de trabajo. El resto lo pusieron las familias.

Aún queda mucho por hacer. La lluvia del sábado truncó el plan de trabajo y solo dispusieron de un día. Eso sí, hubo voluntarios durante toda la jornada y solo descansaron para comer, explicó ayer Pilar Martín, presidenta de la Amipa.

Al patio de infantil seguirá el de los medianos y el de los mayores. Pese a estas diferenciaciones, todos ellos son alumnos de Primaria. En el caso del patio de los más pequeños, fueron los profesores quienes habían propuesto qué se podía hacer para mejorar. En Primaria, serán los propios alumnos los que ayuden a diseñar los nuevos elementos, comentó Martín.

De momento, y vista la necesidad, es prioritario crear una zona de sombra en el patio trasero, para lo que se instalará una estructura de madera. Habrá que pedir de nuevo permiso al Ayuntamiento para poder estar en el colegio durante un fin de semana, pero Martín confía en que no habrá problema para conseguirlo, al fin y al cabo se trata de mejorar las instalaciones.

El presupuesto de la Amipa es ajustado, ronda los 2.500 euros, pérgola incluida. "Por eso pedimos ayuda a los papás, para no escatimar en medios", remarcó Pilar Martín. Su intención es culminar el trabajo antes de que acabe el curso, para que los niños puedan disfrutar de las mejoras.