No faltaron ganas de fiesta ayer a pesar de que el tiempo no acompañó el Diumenge de l'Àngel con el que se clausuran las fiestas de Pascua. Joan Forteza, presidente de la Federació de Veïns, ya indicó que "este año iban a ser menos los que suban a Bellver, incluso pensé que vendrían menos". A ojo, el líder vecinal cifró la participación en unas 5.000 personas las que ayer se acercaron al castell de Bellver a comer las últimas panades. Una cifra sensiblemente inferior a la pasada edición que dobló el número, quizá porque contó con el mejor aliado, el buen tiempo.

Este año, hubo estreno en esta popular fiesta, ya que en el desfile de las asociaciones de vecinos 39 mostraron sus estandartes, confeccionados por ellos mismos, en el que cada uno lucía el murciélago, emblema del escudo de Palma.

La comitiva política, que llevaba un par de horas deambulando por el castillo, fue abultada. Desde Francina Armengol con algunos de sus consellers, a Miquel Enseñat y, desde luego el alcalde de Palma, Antoni Noguera, con algunos de los concejales, y regidores de Ciudadanos, seguían al presidente de la Federació de Veïns, Joan Forteza: "Se nota el ambientillo preelectoral", ironizó.

Tendrán que "dar solución a la masificación y saturación de Palma, porque sin rechazar el turismo, desde la asociación decimos 'stop' para evitar que la ciudad se convierta en una ciudad mediática que acabará haciendo perder el interés a los propios visitantes", expresó Forteza.

A lo lejos, se veía la estampa colosal del crucero Symphony of the Seas, que a partir de ayer recalará en Palma con sus más de ocho mil personas. Más de uno se asomó a la torre Major, cuya visita ayer fue uno de los éxitos de la jornada, para retratar al mayor crucero del mundo.

La amenaza de lluvia se fue sorteando con batucada, ball de bot, los cantos de los tunos y las música de los Piratas del Caribe, que pusieron a bailar a los niños. Entre ellos, los tres hijos del inglés, David Roscow, que fue informado de esta fiesta en su alojamiento turístico. "¿Dónde está el cura?", preguntaba el de Liverpool. Como ellos, se vio a numerosas familias de turistas, una novedad ya que el Diumenge es un fiesta con, al menos hasta el momento, escaso eco turístico.

Como reclamo se utilizaron los distintos puestos de los vecinos con sus principales reivindicaciones, como los de Sa Calatrava y Teixint barris, que piden "un huerto urbano en el Baluard". Tendrán que sortear las pegas que puedan llegar de Patrimoni.

Otros como los del Coliseo daban información de su mercadet, nacido tras el éxito del de Santa Catalina. El suyo es el tercer sábado de cada mes.