Cuarenta y ocho horas antes del Día Internacional del Pueblo Gitano, el balcón del Ayuntamiento en la plaza de Cort colgó su bandera. Veinticuatro horas antes, el salón de Plenos con presencia del alcalde Antoni Noguera, y de tres de sus regidores, Aurora Jardhi, Mercè Borràs y Aligi Molina, así como la regidora de Ciudadanos, Patricia Conrado, celebró en un acto "humilde" la conmemoración, hoy 8 de abril, del reconocimiento de "uno de los pueblos más perseguidos que ha tardado 47 años en ser reconocido por el Gobierno en España", expresó Aligi Molina.

A un día de que una parte de las familias del poblado gitano de Son Banya, que los próximos 17 y 18 de abril será desmantelado por orden judicial, amenazara al Consistorio con "defendernos con palos y piedras", otras se avienen en un abrazo con "una ciudad que ahora demuestra querernos", agradeció ayer el portavoz de la Asociación de Integración del pueblo gitano Manuel Alameda Mangote. "Nos hemos apartado de las familias que protestan; la cosa se ha suavizado", afirmó.

"Estamos trabajando para encontrar alternativas para realojar a las 5 familias que faltan. De las 16, 11 familias ya tienen casa, y esto lo ha arreglado el Ayuntamiento. El objetivo político obedece a una orden judicial, se ha de desmantelar este poblado porque se ha de acabar con la droga y se ha de proteger a los niños", recordó el alcalde.

Acusaciones

En cuanto a las acusaciones de los últimos inquilinos en Son Banya acerca de que "hay intereses entre Cort y el centro comercial Fan", Noguera recordó: "Todos saben que siempre nos hemos opuesto a él".

"Yo tenía una familia pero una legión negra la mató", dice el himno de los gitanos que ayer se escuchó en el salón de Plenos, en lenguaje romaní, que es la lengua del pueblo gitano, uno de los más perseguidos vayan donde vayan.

"Palma es y será siempre vuestra", les asegurado el alcalde Noguera. Uno de los gitanos pidió la voz, y anunció que para el próximo año "lanzaremos cohetes en una fiesta que queremos sea muy grande".