Los actuales responsables de las empresas de Cursach han acatado la orden dictada el pasado martes por el área de Urbanismo de Cort y, antes de las doce de la mañana de ayer, procedieron al cese de la actividad del restaurante Quixote y de las terrazas exteriores situadas en la zona de retranqueo del Megapark.

La clausura de la actividad no afecta a la licencia de ocupación de la vía pública de que dispone el complejo, por lo que se mantienen las mesas y sillas situadas en la calle. No obstante, las situadas en la zona de retranqueo, que es el espacio situado entre el límite de la vía pública y la fachada del inmueble, afectadas por la orden municipal, se retiraron.

En el interior del recinto permanece abierta la parte de la zona de ocio situada en la planta baja no afectada por las medidas cautelares dictadas por el Ayuntamiento de Palma. El toldo retráctil interior también permanece abierto, tal como se indica en la orden municipal.

La planta superior del complejo, que aún no se había abierto al público, deberá permanecer cerrada, aunque la planta sótano podrá seguir en funcionamiento.

El departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma no había recibido aún ayer el informe del técnico competente, contratado por la empresa, que debe certificar el cumplimiento de las medidas cautelares dictadas por el Ayuntamiento el martes y notificadas a la empresa a las doce del mediodía del miércoles, dando un plazo de 48 horas para su cumplimiento.

Cuando se reciba este informe se comprobará su cumplimiento por parte de los técnicos municipales. Si la orden se ha acatado íntegramente se dará por concluida esta actuación a la espera de la tramitación del expediente de infracción urbanística, que sigue una tramitación diferente.

En caso contrario, se ordenará el precinto de las actividades no permitidas o de la parte de ellas que no hayan sido clausuradas. El Megapark abrió parcialmente poco antes de las pasadas fiestas de Pascua. Se puso en funcionamiento parte de la zona de ocio situada en la planta baja del inmueble, en principio no afectada por la orden de cierre, y la cafetería Quixote.

En estos momentos trabajan en el complejo, según fuentes de los empleados, unas 5o personas. Siete de ellas han sido despedidas, tras el cierre parcial de ayer.