Los vecinos del Mater Misericordiae no paran de dar vivas y hacerse 'selfies' frente al grafiti que está pintando desde Semana Santa la artista Gracia de Juan en la entrada del centro.

El muro de 26 metros de esta organización, ubicada en Son Gotleu, es un lienzo perfecto en el que las letras que conforman el nombre del Mater van tomando cuerpo. Los tonos pastel, habituales en el trabajo de la artista mallorquina, otorgan a la zona una nota de alegría que el barrio recibe con vivas.

"Es lo mejor que me está pasando: el respeto que me están mostrando en este barrio que celebra que alguien (una organización privada) se ocupe de él", agradece la grafitera.

Justo lo contrario a lo que le ocurrió en su reciente intervención en la llamada Ruta en femenino, organizada por la asociación de vecinos con apoyo del Ayuntamiento, cuando la misma noche de su estreno se vio mancillada por alguien que hizo cortes a cuchillo encima de su grafiti Madona mallorquina. "Además, un operario de Emaya se me acercó a filmarme con su móvil mientras estaba trabajando, y me dijo, con muy malos modos, que no podía hacer eso". Desde la empresa pública niegan conocer el detalle, pero aseguran que lo van a investigar y de entrada le piden disculpas a la artista.

Gracia de Juan conoce la zona porque a pocos metros del Mater se encuentra "la única pared liberada en la que podemos pintar; mi hermana Fátima y yo hemos pintado ahí al igual que otros artistas". "Es el único muro legal en Mallorca donde podemos pintar. ¡Queremos muros, paredes, para que dejen de multarnos!". Es el reclamo universal entre el mundo de los grafiteros. Pocas veces es escuchado.

"Aire más moderno y fresco"

El caso del Mater, una asociación que desde su constitución en 1961 ofrece atención integral a personas con discapacidad intelectual, es ejemplar. Ellos supieron a través de la prensa que "Gracia había sido denunciada por pintar en un muro legal. Quisimos conocer a la artista y su obra para ver si encajaba y así cederle el espacio del muro de la entrada al centro Mater Misericordiae y así ha sido. Nuestro centro lucirá en breve un aire más moderno y fresco", cuenta Mar Sancho, la responsable de comunicación.

Gracia primero marca la pared y después pinta con el rodillo. El turno del espray llega hoy. Los vecinos no pierden detalle. Le han preguntado a lo largo del proceso, han quitado vehículos para que trabajase en condiciones. Las fotos con el móvil van registrando el minuto a minuto de una acción que trasciende el muro. "Me he sentido cómoda, respetada. Ellos han entendido que esta blanquita iba a hacer algo bonito por su barrio, y les ha bastado", piensa ella.