Los vecinos y turistas que esta semana de vacaciones se acercaron al Molinar comprobaron la suciedad de su litoral. Los vertidos tóxicos procedentes del torrent Gros y de na Bàrbara arrojaron al mar, tras las pasadas lluvias, un cúmulo de plásticos, toallitas, tampones, incluso mobiliario urbano. Los vecinos del barrio constataron ayer que siete días después, el vertido tóxico continuaba sin recoger.

Ante esta "lamentable situación", Aina Barceló, una vecina de la zona, puso ayer una denuncia en Emaya. La empresa pública registró la queja. Antes llamó a Cort. "El Ayuntamiento no hace nada. Al pedirles que me pasaran ayer con un cuidador de la zona, me remitieron la llamada al hotel Ciutat Jardí. ¡Ya podrían activar su banco de datos!". "He vivido en Inglaterra durante años, y una situación así sería inadmisible. Ya les habrían puesto una multa", añadió.

Barceló lamenta comprobar cómo las "administraciones se pasan la pelota: la Autoridad Portuaria dice que es responsabilidad del Ayuntamiento, y éste asegura que es competencia de Costas; pero ellos dicen que es Emaya. Al menos en Emaya me han escuchado", relata. Con todo, los restos del vertido que van a acabar en el mar, contaminándolo, ayer seguían en el mismo lugar.

"Estamos ante un desastre medio ambiental, y la Administración se la lava las manos. Se están produciendo enfermedades como otitis o diarreas por el baño en las playas que van desde el Portixol al torrent", alerta esta activista.

Mientras se adoptan medidas, ella decidió actuar. Este fin de semana, ella y su hija de seis años, recogieron basura hasta llenar sacas de 32 kilos. "Los extranjeros me miraron sorprendidos y me preguntaron. Al contarles, pusieron el grito en el cielo".

En el Molinar, cuya primera línea está siendo acaparada por ricos extranjeros que pagan hasta 5 millones por una casa frente al mar, se está produciendo un "desastre ecológico", como ya expresaron también los integrantes de la organización Mallorca Blue.

Ellos llevan meses con acciones y denuncias alertando de que "es urgente tomar medidas para evitar estos vertidos". El pasado fin de semana pidieron al Ayuntamiento, al ministerio de Agricultura y Pesca, a Ports de Balears, a la conselleria de Educación y de Medio Ambiente que actúen ya. "Tenemos un importante problema de educación. Los plásticos vertidos de manera incívica a los torrentes y su insuficiente limpieza provocan que terminen en el mar cada vez que llueve, contaminándolo". "No les importa el mar... Una semana después siguen sin recogerlo a la espera de que las olas terminen de llevárselo", añaden.

Por otro lado, recuerdan cómo "las escolleras parecen ser tierra de nadie", ya que ninguna administración "se hace cargo de ellas y las limpian; sólo limpian las playas en temporada alta. ¡Esto no es normal y tiene que cambiar ya!", reclaman.