Si la asociación proteccionista Arca ha calificado como de "tomadura de pelo" los cambios introducidos en la ordenanza de ocupación de la vía pública por lo que respecta a las terrazas, también considera que esta norma "da carta de legalidad a cosas intolerables" como es el mantenimiento de los denominados expositores situados en fachada.

La norma actual, que se mantiene en la que se pretende aprobar en abril, permite autorizar estos elementos siempre que la acera o el espacio contiguo tenga una anchura superior a 1,5 metros y que el expositor no sobresalga más de 15 centímetros de la fachada. Tampoco puede haber elementos que sobresalgan con los cuales se puedan herir los peatones, y deben estar colgados en la fachada de forma segura para que no puedan caer accidentalmente o por el viento. Además, tienen que ser retirados diariamente cuando acabe el horario comercial y su colocación no debe contar con informes técnicos desfavorables.

La modificación de la norma mantiene prácticamente igual estos elementos, lo que para Arca, supone dar "carta de legalidad a cosas intolerables". La colocación de estos expositores supone, para la entidad conservacionista "una transformación, vulgarización y degradación de la imagen de la ciudad tanto en el centro histórico como el Eixample como en cualquier barrio singular".

Consideran que las fachadas "no son espacios para ser cubiertos de publicidad ni de productos como si la calle fuese un bazar". Además, en el redactado de la ordenanza no se establece ningún límite de lo que se puede colgar en la fachada "perpetuando algo que no se puede permitir en Palma, excepto en s'Arenal".