La Policía Local de Palma levantó en los meses de temporada alta del año pasado (entre mayo y septiembre) 3.227 actas de infracción por vender en la vía pública productos sin el correspondiente permiso municipal.

Los agentes detectaron y denunciaron también la comisión de presuntamente 151 delitos contra la propiedad intelectual por la venta de productos falsificados y decomisaron 103.000 objetos a los vendedores ambulantes.

En el mismo período de 2016 el número de actas de infracción levantadas por los agentes de la Policía Local fue de 2.562 (un 25% menos que el año pasado), remitieron al juzgado 187 presuntos delitos por venta de falsificaciones y decomisaron 106.000 objetos de los puestos a la venta en la vía pública sin contar con la licencia municipal.

La venta ambulante irregular está prohibida en estos momentos por la ordenanza municipal de ocupación de la vía pública. Esta norma, en su artículo 80, permite la retirada de la calle o de los espacios privados de uso público de elementos o productos puestos a la venta por los vendedores ambulantes que carecen de licencia.

El ejercicio de esta actividad sin el correspondiente permiso municipal se considera una falta leve y puede ser multada con importes que van entre los 100 y los 750 euros, cantidades que, en el caso de los denominados manteros, prácticamente nunca se abonan. Los agentes identifican a los vendedores y comprueban si tienen alguna causa pendiente con la justicia. En caso contrario, se inicia un expediente sancionador y se procede al decomiso del género que venden en la calle sin permiso.

Hace años se quiso convertir la reiteración de esta conducta en un delito de desobediencia, lo que no fue apoyado por la fiscalía.