La regidora de Bienestar, Mercè Borràs, animó a los propietarios de viviendas a alquilarlas a las familias que deben salir de Son Banya para evitar que sean okupadas como ha ocurrido en un bloque de pisos de Reis Catòlics, tal como ha publicado este diario.

“Es mucho mejor tener la situación controlada por la mano del Ayuntamiento que no viviendas vacías”, manifestó la regidora, quien recordó que en Palma hay unas 16.000 viviendas vacías.

A poco menos de un mes para ejecutar los derribos de unas 46 viviendas en el poblado, sobre las que pesa orden judicial de desalojo, hay varias familias sin otra alternativa y que no han conseguido alquilar un piso, para lo que el Ayuntamiento les concede una ayuda de 1.000 euros mensuales.

Sin embargo, Borràs se mostró convencida ayer de que se logrará una solución y aseguró que estas familias saldrán del asentamiento gitano y que “no se quedarán en la calle”.

Los derribos de las casetas están previstos para los días 17 y 18 de abril. En caso de que estas viviendas se desalojen antes de esa fecha, la intención del Ayuntamiento es tapiar e impedir que se vuelvan a ocupar.