Dos empresas y un particular arrojaron escombros de manera ilegal en un solar público en Puntiró. Emaya localizó este vertedero así como a los infractores a finales del mes pasado. No es el único caso de vertido al margen de la ley. No se salvan ni los solares públicos ni los privados.

Los infractores fueron contratados por particulares que desconocían la mala praxis de quien, empresas y particulares que ofrecen sus servicios, a menudo a través de internet, para retirar los restos de pisos vacíos tras obras de diversa índole.

Fue el Servicio de Inspección Medioambiental el que se percató del vertido de algo más de 10 toneladas de residuos, en su mayor parte muebles, neumáticos y electrodomésticos así como restos de obra, en este solar en la urbanización de Puntiró. Se da la circunstancia de que el solar se encuentra en una zona boscosa, lo que "agrava aún más el delito por su incidencia medio ambiental, con riesgo grande de incendio", recalcó Neus Truyol, responsable municipal de Ecología. Ella describió ayer este caso como "emblemático de malas prácticas".

Estas acciones están sancionadas con multas de diversa cuantía. En concreto, la de este vertedero podría ascender a 3.000 euros. Tendría que pagarla las empresas y el particular que han sido descubiertos por Emaya. Además, van a tener que devolver el coste de limpieza del solar que ha ascendido a 4.400 euros.

Truyol recordó que en Palma existen dos puntos verdes de recogida selectiva, el de Sant Jordi y el de Son Castelló; asimismo insistió en que en este último, recientemente, ha ampliado su capacidad.

"No eran conscientes"

Las personas que contrataron a estas dos empresas y al particular, que es de otro municipio, "no eran conscientes" de que acabaría cometiéndose una infracción con su dinero. Es por ello por lo desde Emaya se insiste en la necesidad de que "se contraten a empresas regladas, responsables". Truyol se felicitó ante el éxito de la operación ya que al haberse encontrado a los infractores y saberse la procedencia de los residuos, todos los gastos que ha acarreado limpiar el solar donde se produjo el vertido recaen en los responsables. Por desgracia, Emaya reconoce que este final feliz no es habitual.

Con todo, Truyol aseguró que "no han percibido un incremento de vertidos en lo que va de año". "Los residuos en la vía pública se han reducido, al mismo tiempo que han aumentado la recogida en el punto verde de Son Castelló". Las cifras son significativas: En 2017 se recogieron 700 toneladas en el punto verde, y en solo dos meses de la ampliación en Son Castelló, se han recogido 630 toneladas. "Era necesario", recalca Truyol.