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Comunidad

Los palmesanos se quejan, pero reclaman poco

La plaza Major acogió ayer una feria en el Día Mundial de la Persona Consumidora

El expositor de objetos retirados del mercado era el más llamativo de la feria. B. Ramon

"Somos muy de quejarnos y poco de reclamar". Lo afirmó ayer Pilar Sánchez Cuenca, vicepresidenta de la asociación La Defensa, durante el Día Mundial de la Persona Consumidora. Con motivo de esta fecha, la plaza Major reunió ayer a entidades y administraciones competentes en los derechos del consumidor.

Las cifras de la Oficina Municipal de Información al Consumidor revelan que de 11.000 consultas al año, se abren 1.700 expedientes, de los que el 70% acaban con un acuerdo entre las partes enfrentadas.

Las facturas de la luz, de telefonía, problemas con el banco y, cada vez más, con franquicias de clínicas dentales copan la mayoría de las reclamaciones de los consumidores que se dirigen a La Defensora, Consubal o Nuredduna, según comentaron sus representantes. En el caso de Nuredduna, con local en Son Gotleu, se atiende a "gente humilde y a muchos inmigrantes", comentaba Ascensión Martín, su presidenta.

Para La Defensa, la "vulnerabilidad" de los mayores es un problema y para ellos han abierto un área de especial atención.

"No tenemos cultura de reclamar", afirmaba Alfonso Rodríguez Sánchez, de Consubal, que el pasado año atendió las consultas de más de 3.500 personas. Sobre la efectividad de ferias como la de ayer, el experto aseguraba que lo que funciona es la promoción, los regalos [ayer se daba fruta de Mercapalma y bolsas reutilizables para la compra] y criticó que "tampoco hay mucho interés de las administraciones" en informar sobre los derechos del consumidor. Rodríguez se refería a la jornada en Flassaders donde él y otros ponentes impartían charlas sobre cuestiones de actualidad.

De las casetas instaladas en la plaza Major, la que más llamaba la atención era la de objetos retirados del mercado por la Dirección General de Consumo, por ser inseguros y peligrosos. Lamparitas, ventiladores, los famosos spinners. Carmen Avendaño y otros miembros del departamento de Consumo daban las explicaciones oportunas sobre los riesgos de cada cosa y apelaban al "sentido común" a la hora de comprar.

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