El ritmo lo marca la música de las atracciones y casetas de feria, las coloridas luces de neón de la noche, los animados comentarios de los feriantes a través del micro y, sobre todo, los movimientos de las máquinas de diversión, que aceleran y disminuyen los latidos del corazón de quienes se suben a ellas.

El Ram ha vuelto a Ciutat, al recinto de Son Fusteret, para encandilar a quienes acuden a la tradicional feria por primera vez e ilusionar de nuevo a los que quieren repetir. Tendrán tiempo, porque sus más de 170 puestos permanecerán en Palma.

Alrededor de medio centenar son atracciones para jóvenes y adultos, entre ellas la noria, de 65 metros de altura y el símbolo de toda feria que se precie. Tampoco faltan el barco vikingo, la rana, el látigo, el martillo y el impactante Gigant Max, solo para atrevidos. Los más pequeños tienen donde escoger entre unas 70 máquinas infantiles y puestos de habilidad, como por ejemplo el tiovivo, los coches de choque, una montaña rusa apta para menores, la típica pesca de patitos o el gancho de peluches. Además, hay diversas atracciones de agua para quienes no les importe mojarse un poco y numerosas casetas de comida para descansar y bajar el ritmo. Los días laborables, el Ram abre a las 17 horas; los sábados, a las 10; y los domingos, a las 13.

Para quienes no quieran o no puedan gastar demasiado dinero, los feriantes ofrecen tiques 2x1 los lunes y miércoles de 18 a 20 horas en una carpa situada detrás de la montaña rusa El Ratón, junto al puesto de la Cruz Roja. Dan diez tiques por persona, pero hay que tener una cuenta en Facebook, porque piden que te hagas un selfi en la citada carpa, subas la foto y la etiquetes con el nombre Feria de Baleares. Las redes sociales han llegado a la tradicional feria del Ram, que surgió el siglo XVIII con motivo de la veneración de la imagen de la Verónica durante el domingo de Ramos.