Pasear por el Parc de la Mar implica un esfuerzo de concentración. La que requiere fijar la vista en el suelo para no tropezar y caer debido a la infinidad de socavones, baches y piezas de marés que se están desintegrando. Las mismas que en el año 2009 se iban a sustituir por piezas de hormigón prefabricado, de acuerdo a un estudio técnico de restauración del Ayuntamiento de Palma que aguarda su momento desde 2002.

Además del riesgo que supone el pavimento irregular, el enlosado del Parc de la Mar es hoy una amalgama de texturas y colores, un pastiche en el que se identifican los parches que se han ido poniendo a la espera de una solución. Las raíces de las palmeras también han levantado las losas de alrededor de muchos de estos árboles.

Pese a los evidentes desperfectos, el actual equipo de gobierno en el Ayuntamiento no tiene entre sus planes inmediatos la renovación del pavimento, ni de las barandillas, tanto metálicas como de hormigón... Al menos no ha incluido una partida específica en los presupuestos de este año. A diferencia de otros parques y jardines, cuyo mantenimiento se adjudica a empresas, este es de los pocos que mantiene la brigada municipal que depende de la concejalía de Infraestructuras.

El "error" del marés

El marés elegido para pavimentar el parque en 1983 resultó, hace años ya, inapropiado para un lugar diseñado para el disfrute de los ciudadanos y uno de los más visitados por los turistas desde que se inauguró en 1984. Es más, en 2005, desde el Ayuntamiento se calificó de "error" la elección de este material para que fuera el suelo del parque, por lo que se descartó sustituir las piezas deterioradas por otras iguales nuevas. Las losas de cemento que imitaban el marés era la opción elegida. Y fueron las que se colocaron en la zona sobre el aparcamiento subterráneo y en el tramo que conecta con s'Hort del Rei.

El estudio de Infraestructuras de 2002 estimaba en 2,8 millones de euros la inversión necesaria para la puesta a punto del parque. Cambiar el pavimento suponía un dispendio de 1,3 millones, 478.000 euros para mejorar la iluminación y 998.000 más para mobiliario y jardinería. Años después, en 2008, el equipo de gobierno de la socialista Aina Calvo anunciaba que al siguiente año llevaría a cabo unas ambiciosas obras, con un coste de 1,6 millones de euros, para sustituir el pavimento y el alumbrado del parque. Los trabajos serían la primera fase de una restauración integral que durarían nueve meses y que nunca llegaron a hacerse.

Pero hay otro factor que ha contribuido a la degradación del suelo, menciona Pere Nicolau, quien formó parte del grupo de arquitectos e ingenieros Zócalo, ganador del proyecto de creación del Parc de la Mar. "No hay que invadir el parque con según qué vehículos, porque determinados coches rompen las piezas. Entran para llevar material, para montar espectáculos...", critica el arquitecto.

Nicolau considera que el Parc de la Mar "merece un mantenimiento del pavimento, sobre todo, pero también de las barandillas metálicas, que hay que pintar, las de hormigón... y el conjunto de Guinovart está dejado de la mano de Dios".

No solo el arquitecto lamenta el deterioro del parque. Las denuncias de ciudadanos llegan a este diario, ya sea porque la vegetación se come la muralla o porque la barandilla que separa el lago de la autovía de Llevant se está desintegrando y las vigas interiores están al descubierto.

También Joan Forteza, presidente de la Federació d'Associacions de Veïns de Palma, cree necesaria una intervención en lo que considera "el gran ágora de Palma". "El marés que se puso, no sé si se puede hablar de malversación de fondos, pero es de pésima calidad, y no es un marés apropiado para que sea pisado constantemente. Y hemos llegado a este momento en que el suelo necesita una renovación total", añade Forteza.

Pero no es el marés, Forteza añade a la lista de renovación las farolas, papeleras, barandillas... "para que sea un parque idóneo y emblemático".

Pere Nicolau, como miembro de Zócalo, reclamó a la Autoridad Portuaria de Balears, hace ya más de año y medio, que se lleve a cabo la segunda fase del parque, que implica la conexión del lago con el mar y supondría ganar 25.000 metros cuadrados de parque. El presupuesto es de seis millones de euros, pero la culminación del proyecto tampoco ha sido asumida por ningún gobierno municipal ni por Puertos, comenta Nicolau.

El futuro museo

Sí se ha anunciado que para esta primavera, ses Voltes y el lago del parque acogerán actos del futuro museo marítimo de Palma. Consell y Govern lo impulsan y proponen montar una exhibición de embarcaciones históricas, algunas de las cuales podrían verse en el lago.

Sobre esa propuesta, Pere Nicolau pide "prudencia". El arquitecto defiende que los monumentos de Palma se contemplen con los menos obstáculos posibles. Así, en el caso de la Llotja, "se tiene que eliminar tráfico y la ocupación del mar por los yates".

También el futuro aparcamiento subterráneo que Autoridad Portuaria prevé frente al paseo Sagrera, y que conectará con el del Parc de la Mar, le despierta cierto recelo y le recuerda que en los 70, cuando se gestaba el futuro parque, también había proyectado un aparcamiento, al que se opuso gran parte de la sociedad con la campaña 'Parc sí, pàrking no!'.

Esa movilización ciudadana consiguió frenar un aparcamiento para autobuses que iba a ocupar gran parte del parque y gestionaría la sociedad Parkmar. La renuncia al proyecto implicó una indemnización de más de 800.000 euros(135 millones de pesetas, para ser exactos) a la empresa.

Finalmente, en 1976, Paulino Buchens, el alcalde, convocó un concurso de proyectos que ganó el grupo Zócalo, formado, además de por Nicolau, por los arquitectos Santiago Bo, Emilio Gené, Emilio Nadal y Ángel Morado, además de los ingenieros Mateo Castelló y José Ignacio Cisneros. Tras años de obras, el parque fue inaugurado el 12 de octubre de 1984 por los reyes y varios ministros.

Para Pere Nicolau, hoy día, el Parc de la Mar es "un elemento muy incorporado a la ciudad, pero no tiene el cuidado que se merece como pieza subsidiaria del conjunto histórico-artístico de Palma".