El cambio de trazado de la línea de alta tensión que está ejecutando Red Eléctrica Española en el bosque de Son Puig costará al Ayuntamiento de Palma 1.080.000 euros.

El teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, José Hila, confirmó ayer que la compañía eléctrica ha aceptado por escrito la petición de Cort, avalado por un acuerdo plenario unánime, de solicitar la supresión de la torre 14 del trazado inicialmente previsto y autorizado, la colocación de la 13 junto al cementerio de la Vileta, con el fin de alejar lo máximo posible los cables de las viviendas de Son Puig, y el soterramiento de 310 metros por un camino existente.

Hila explicó que el Ayuntamiento comunicará por escrito a Red Eléctrica la aceptación de la modificación del trazado y del presupuesto y se procederá a la búsqueda de la financiación necesaria para el cambio que, según manifestó, procederá de los fondos de capitalidad y de la ecotasa del próximo año, puesto que esta cantidad no puede ser asumida por el presupuesto municipal ordinario.

El teniente de alcalde hizo hincapié en que, con el cambio de trazado, se ha conseguido lo que los vecinos de la zona revindicaban y que el Ayuntamiento ha considerado que es una petición justa.

La lucha vecinal se inició en septiembre del año pasado, cuando Red Eléctrica Española inició las obras de la nueva línea de alta tensión que, con un trazado de 14 torres, atraviesa el bosque de Son Puig, situado ya en la Serra de Tramuntana, declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

La asociación de vecinos de Son Rapinya denunció la tala masiva de casi un centenar de árboles en el bosque se Son Puig, en el que se encuentra el antiguo camino real de Puigpunyent y Estellencs, que data del siglo XIII. La ejecución de esta infraestructura fue publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 31 de julio de 2015, en el que se indica que la tala afecta a una superficie de 16.403 metros cuadrados de fincas privadas pertenecientes a cuatro propietarios.

La mayor parte (9.162 metros cuadrados) son de la sociedad propietaria de los campos de golf de Son Quint, Son Muntaner y del hotel Arabella. La red aérea tendrá una longitud de 4.290 metros mientras que la subterránea, que se iniciaba en la calle Son Puig y llega a Son Moix, tenía 3.290 metros. El coste de la obra en su conjunto es de 6,4 millones.

Lucha vecinal

Inicialmente la comunidad de propietarios de la urbanización de Son Puig presentó un recurso ante la conselleria de Medio Ambiente del Govern al considerar que esta línea de alta tensión carecía de autorización específica, pese a que se trata de un Área Natural de Especial Interés (ANEI).

No obstante, el organismo autonómico confirmó que el proyecto dispone del correspondiente Estudio de Impacto Ambiental, aunque los afectados insistieron en que este informe solo hacía referencia al tramo de Son Reus y no al de Son Puig.

Los vecinos afectados alegaban asimismo que el proyecto tampoco cuenta con la autorización de Recursos Hídricos, también necesaria por la existencia de un torrente, tal como explicó el presidente de la comunidad de vecinos, David Segura.

Por su parte, la compañía que ejecuta el proyecto insistió desde el principio que cuenta con la autorización de la conselleria de Industria desde 2016 y que la obra está incluida tanto en la planificación estatal de las infraestructuras eléctricas como en el plan director sectorial autonómico y cumple con el reglamento de alta tensión, por lo que se refiere a las distancias que tiene que haber en terrenos urbanos en relación a los núcleos habitados.

Los vecinos afectados solicitaban desde el principio el soterramiento de todo el trazado como "solución idónea", aunque posteriormente reclamaron como mal menor el alejamiento de la línea de las viviendas.