Un respiro. Los embalses que dan de beber a Palma han aumentado su nivel hasta superar el 62 por ciento, pero, y este detalle es más significativo, es que las fuentes han vuelto a brotar desde la semana pasada tras estar casi a 0. En estos momentos están aportando agua a la ciudad en un 68 por cien.

La empresa pública Emaya celebró ayer los buenos datos a través de redes sociales a la vez que advertía de que "nuestro clima es irregular y no podemos bajar la guardia", de ahí que aprovechó para dar un toque de atención al ahorro y "a hacer un uso responsable del agua".

El crecimiento de los embalses ha sido de un 20 por ciento en un mes gracias a las lluvias. Sin saber el dato del agua recogida por las lluvias a lo largo del día de ayer así como de la fusión de la nieve, el crecimiento de los embalses ha incrementado su capacidad hasta un 62%.

Las fuentes que han vuelto a aportar agua son las de la Vila, la más importante; la d'en Baster, en Esporles; y la que confluye entre Palma, Bunyola y Valldemossa, la de mestre Pere.

Palma tiene garantizada agua "todo el año", indica Emaya. Recuerda que compra agua desalada según necesidades y también para no sobreexplotar los acuíferos.