La lluvia, presente durante toda la mañana, ha impedido que los colegios salieran a la calle para desfilar con sus disfraces, pero no ha podido evitar que los alumnos disfrutasen de la fiesta de carnaval.

El Colegio CIDE, pese a no poder salir del centro, ha llenado sus pasillos de divertidas vestimentas. Los alumnos, vestidos de payasos, emoticonos, bomberos, vaqueros, mimos y otros curiosos disfraces desfilaron por el interior de la escuela.

En el Colegio Sant Pere, sus escolares celebraron carnaval en el gran claustro del centro. Este año, los disfraces estuvieron inspirados en los 50 años de historia de este centro religioso. Se vistieron de sacerdotes, de antiguos alumnos, y de edificios del barrio. Los alumnos de infantil se disfrazaron de tarta y de fiesta de cumpleaños, y disfrutaron de la jornada pese al mal tiempo.