El grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Palma va a exigir un "consenso total" entre partidos políticos, vecinos y restauradores para dar su apoyo a la modificación que se está tramitando de la actual ordenanza de terrazas. Un consenso que, de entrada, en estos momentos no se dispone, puesto que el grupo conservador ha anunciado su radical oposición a la nueva ordenación de los ejes cívicos de Fàbrica y Blanquerna que, según el concejal Javier Bonet, va a suponer la supresión del 50% de las mesas y sillas actuales.

Además, con el fin de evaluar el impacto económico y social de la propuesta, insisten en la necesidad de que esta se acompañe de un informe económico "serio y no el panfleto que nos han presentado". En relación a si su grupo estaría dispuesto a aceptar que el los barrios del Eixample y del extrarradio de la ciudad se mantengan los dos metros libres para el paso de viandantes en lugar de los dos metros y medio que contempla el borrador de la ordenanza, Bonet no quiso pronunciarse, alegando que "la aceptación o no de dos metros o dos y medio dependen del impacto que tenga la medida, según el estudio económico que se debe realizar". Al respecto, aseguró que, "por cada mesa que se suprime, se eliminan dos o tres puestos de trabajo".

Han anunciado también que van a presentar una proposición para que sea debatida en el próximo pleno municipal en el que van a exigir, además del acuerdo total, que se mantenga el artículo 80 de la ordenanza actual que hace referencia a la venta ambulante y que se realie el informe económico.

Los conservadores han recordado que durante un año y medio no les han querido en la mesa de negociación, disponen del borrador de la propuesta de nueva orenanza desde el pasado lunes.

El martes les remitieron los planes zonales de los ejes cívicos y plazas más saturadas y ayer el estudio económico. Por ello, al igual que los restauradores, han solicitado que se aplace la reunión prevista para esta tarde con el fin de acercar posturas, aunque la portavoz Margalida Durán ha asegurado que si la petición no se acepta van a asistir "por responsabilidad".

Por su parte, la asociación de restauración ha solicitado el aplazamiento de esta reunión a la que están convocados representantes de todos los partidos políticos, de la Federació de Veïns de Palma, con el fin de poder estudiar la propuesta, en especial, con los representantes de las calles más afectadas.

Pese a lo anterior, el vicepresidente de la asociación de restauración, Francisco Martínez, insistió en su voluntad de llegar a un acueredo y valoró la propuesta según la cual en el Eixample y barrios periféricos solo se van a exigir los dos metros libres actuales para los peatones, lo que permiritía el mantenimiento de las terrazas en estas zonas.

Por contra, no están de acuerdo con los planes zonales de Fàbrica y Blanquerna, con la obligatoriedad de retirar cada día de la vía pública las mesas y sillas "porque en algunos casos es completamente inviable" y con la supresión de las pérgolas.