Se empezó por alquilar el paisaje. Al fin y al cabo, los inicios del turismo no eran sino eso. Luego se alquilaron servicios. El alojamiento, la comida, las excursiones. Después se pasó a alquilar directamente partes del territorio. Terrenos privatizados y para uso económico, ya no accesibles para los demás.
La novedad posterior fue el alquiler de pisos. La crisis apretaba y en un lugar tan turístico como Palma, de repente la propia vivienda se convertía en un pequeño capital. Y todos los que pudieron se lanzaron al alquiler turístico. Con las consecuencias de una estratosférica subida de los precios, y la desertización vecinal del centro histórico.
Ahora anuncian el alquiler de terrazas. Es decir, que cada uno de esos espacios abiertos al exterior puede convertirse en un pequeño ´penthouse club´, un espacio de música, fiesta y uso turístico. La disposición tradicional de las viviendas, su uso y sus condiciones, quedan totalmente alterados con estos nuevos usos. De repente, en el piso de abajo ya no tienes vecinos, sino turistas trashumantes que suben y bajan con sus maletas de ruedas. Dejan abierta la puerta de la calle. Ponen la música a las tres de la mañana. Y cambian de cara constantemente aunque en el fondo sean similares.
Parece que lo mismo ha de ocurrir ahora con las terrazas. En ellas ya no anidarán las oscuras golondrinas, ni temblará la ropa puesta a secar. Sino que sonará la música nocturna. Mientras un grupo de gente habla y bebe mirando las ventanas donde otros intentan dormir.
Nuestra realidad urbana se está hotelizando a marchas forzadas. Desdibujando las fronteras entre lo que hasta ahora era vida ciudadana y vida turística. ¿Cuál será el próximo paso? ¿Alquilar también los balcones, como pasa en Eivissa? ¿Alquilar el coche aparcado para que los trabajadores de la industria turística tengan donde dormir? ¿Alquilar las escaleras para realizar deportes de riesgo? ¿Alquilar los cuartos de baño para instalar saunas privadas? ¿Alquilar los panteones familiares para el turismo funerario?
Palma nunca ha llegado a ser ´smart city´. Pero a este paso será una ´rent city´ integral.
