"Cuenta la tradición que los caballos del ejército del Rei en Jaume, antes de invadir Madina Mayurqa, fueron abrevados en este rafal, que era atravesado por las acequias de la Font de la Vila y la d'en Baster. La riqueza de agua de la zona atrajo a los monjes cistercienses, quienes se instalaron en Son Cabrer en 1239, antes del traslado definitivo (1266) al monasterio actual de Santa Maria de la Real". Lo relata Roberto Fernández en su documentada página web www.possessionsdepalma.net. También explica que las casas, del siglo XVIII, "son un bello ejemplo de la heterogeneidad y complejidad que puede adquirir con el paso de los siglos este tipo de construcción rural".