Más de 220 personas acuden cada día al punto de reciclaje de Son Castelló para depositar todo tipo de residuos. El trasiego en el parque verde de la calle Gremi de Sucrers i Candelers es continuo, sobre todo desde su ampliación, que ha multiplicado por cuatro la superficie.

Ahora los particulares pueden tirar hasta 16 fracciones distintas de desperdicios frente a las seis divisiones que había antes. Además, las pequeñas empresas constructoras también tienen la posibilidad de dejar escombros en cantidades no muy elevadas, lo que "ha permitido reducir a la mitad del número de residuos de esta clase tirados por la calle", tal como ha explicado esta mañana la presidenta de Emaya, Neus Truyol, en una visita al renovado espacio de reciclaje acompañada por el alcalde de Palma, Antoni Noguera, y el presidente de la asociación de empresarios del polígono, Francisco Martorell.

Durante el último año, las toneladas recogidas se han incrementado enormemente, casi por tres, ya que en enero de 2017 se depositaron 429 y en noviembre la cifra ascendió a 1.171 toneladas, según ha detallado Truyol.