Presiones a vecinos y contratos en los que se anuncian alquileres de cuatro dígitos presagian cambios muy significativos en sa Gerreria. Un total de 51 viviendas protegidas repartidas en tres inmuebles del céntrico barrio palmesano pasarán al mercado libre en 2019, cuando caducará su régimen de protección público.

Decenas de familias que hasta ahora pagaban entre 450 y 650 euros de renta se verán abocados a marcharse de sus casas en los próximos meses a no ser que puedan -o quieran- pagar los nuevos alquileres que fije Agopoli Business S.L.AgopoliBusiness SL, la propiedad de las tres promociones.

A los vecinos que desde el año pasado acceden a alguno de estos alquileres protegidos se les comunica que la renta se "actualizará" a partir de 2019. Es decir, se duplicará o triplicará.

Uno de los contratos firmados recientemente especifica que, si bien la renta mensual es de 600 euros, se disparará hasta los 1.500 euros a partir del próximo año en caso de que el inquilino esté interesado en seguir en el inmueble. "A partir del primer mes en el que la vivienda quede como régimen de renta libre, la renta del arrendamiento se establecerá en la cantidad de 18.000 euros anuales, pagadera por mensualidades de 1.500 euros", especifica dicho documento.

El alquiler del inmueble, de no más de 60 metros cuadrados, experimentará un incremento del 150% en unos meses. Una renta alta incluso para los estándares de una de las zonas más cotizadas de Palma.

Dos de las tres promociones se levantan en la calle del Forn del Vidre Vell, mientras que la tercera se ubica en L'Hostal de Santanyí. Las viviendas de los tres inmuebles empezaron a comercializarse en 2009 con la calificación de "vivienda protegida privada" durante un periodo de diez años en el que la propiedad los ha alquilado a un precio tasado por la administración.

El tránsito de un régimen público a uno privado no está exento de tensiones en el barrio. Vecinos han denunciado a este diario presiones de la propiedad para empezar a abandonar ya los inmuebles. Uno de los residentes recibió hace unas semanas un burofax por el que se le instaba a "dejar libre y expedita" la vivienda que ocupa desde hace años argumentando que su contrato había finalizado. El vecino acudió a un abogado para demostrar que no era así y Agopoli tuvo que dar marcha atrás.

Los vecinos consideran que este tipo de estrategias son "coacciones" que persiguen el desalojo de los inmuebles antes de que termine el periodo de vigencia del régimen público.

Son varios los residentes que ya han sido advertidos de las nuevas condiciones que entrarán en vigor a partir de 2019. Las viviendas de una de las tres promociones pasarán al mercado libre el 19 de febrero del próximo año. Los apartamentos de los otros dos edificios cambiarán su calificación en julio de ese mismo año.

Este proceso tendrá continuidad en 2034 con otras 33 viviendas de sa Gerreria que terminarán su calificación pública y pasarán a comercializarse en el mercado libre. Se trata en este caso de una promoción construida en 2002, durante la primera legislatura de Francesc Antich, y que también empezó a comercializarse en 2009, pero con un periodo de vigencia del régimen de protección público de 25 años. Cuando estos apartamentos pasen al mercado libre se acentuará la transformación social de un barrio cuyo metro cuadrado cotiza al alza.

"Estamos ante una nueva ola de gentrificación que va a más por culpa del alquiler turístico. Vemos que hay una gente que tiene fincas enteras y que ya está preparando el terreno con vistas a explotar comercialmente esas viviendas cuando termine la moratoria que rige en Palma", explica Marc Morell, antropólogo social y experto en gentrificación.

"Sa Gerreria ya ha sufrido varias oleadas de gentrificación desde los años 50. La diferencia es que los que llegaron en 2009, estos inquilinos que tendrán que irse el año próximo, es gente activista, implicada y con ganas de socializar a nivel vecinal. De ahí sale la asociación de Canamunt e iniciativas como Sant Rescat. Son en su mayoría gente concienciada políticamente que se irán dejando paso a turistas y personas adineradas", explica Morell.

Este antropólogo imagina un barrio muy diferente al actual y que ya se intuye a día de hoy con la construcción de un hotel de turismo interior y la apertura de varios locales comerciales en el entorno de la plaza Raimundo Clar. "El tejido comercial del barrio cambiará. No habrá pequeño comercio. Habrá heladerías, otro tipo de bares... Iremos viendo cómo se va vaciando el barrio. Será en cierto modo como una expansión del centro monumental de Palma", vaticina Morell.

Agopoli y el alquiler turístico

Se desconoce qué planes tiene Agopoli Business para los tres edificios que podrá explotar sin restricciones a partir de 2019. Podrá destinarlos al alquiler residencial, venderlos o, como sugiere Morell, comercializarlos como alquiler vacacional en caso de que el Ayuntamiento de Palma decida legalizar esta actividad en plurifamiliares. De hecho, no sería la primera vez que este grupo inmobiliario radicado en Madrid apueste por el alquiler vacacional.

El Govern sancionó con más de veinte mil euros a Agopoli por anunciar tres de sus apartamentos en Airbnb y en Booking, tal como desveló este diario el pasado mes de mayo. La propiedad cobraba 150 euros la noche a turistas por pernoctar en las viviendas protegidas.