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Mujeres de hoy

Lluïsa Calafat: "Creo que la ciudad de Palma está más desvanecida que nunca"

La biznieta de Mario Verdaguer creó Souvenir Edicions Una obra suya, premiada como "el mejor libro de cocina español"

Lluïsa Calafat trabaja en la Biblioteca de Cort: "Me crié rodeada de libros". Ahora los edita. B. ramon

Un mapa genético lleno de pasión por los libros. Una educación sentimental vinculada a la cultura. Con estos mimbres se ha forjado Lluïsa Calafat Ponseti -Palma, 1980-. Desde su puesto de trabajo en la Biblioteca de Cort "observa la ciudad", que a mediados del siglo XX describiría su bisabuelo Mario Verdaguer, en la aún no superada La ciudad desvanecida. Desde 2015, junto a Margalida Castells, Lluïsa Calafat convirtió en realidad otro sueño: Souvenir Edicions. Uno de sus ejemplares, Mallorca a la cuina 2016: Receptes tradicionals per fer en família ha sido elegido "el mejor libro de cocina español". Fue nominado en la Feria de Frankfurt para el premio Godman. "¡Cuando me llegó el mail, me creía que era un virus!", ríe.

Seguro que su bisabuelo, Mario Verdaguer, sonreiría pleno de orgullo; y la abuela, Alicia Verdaguer aplaudiría con modestia el reconocimiento a esta mujer que ella ayudó a educar en cada línea de los cuentos que le leía cuando era una niña.

Al fin Palma reconoce a quien mejor la ha descrito. ¿Llega tarde que le dediquen una calle a su bisabuelo Mario Verdaguer?

Han sido años de olvido incomprensible. Ahora reconocemos que hayan cambiado y hayan aprobado la petición de la familia de que mi bisabuelo tenga una calle en Palma. ¡Siempre dije, si tienen que cambiar a algún general...!

¿Balears es desafecta con sus mejores personas?

No lo extendería a todas las islas porque Menorca no ha sido así con Mario Verdaguer; siempre lo ha tenido presente y lo ha reconocido. Creo que en Mallorca nos cuesta alegrarnos de las alegrías del vecino. Aquí no se apuesta por el producto local, y eso que hay una industria creativa muy potente. No sé si es por complejo o por envidia; también es posible que tenga que ver con la manera de ser de mi bisabuelo. Él era muy tímido, introvertido, y esto no favorece que se 'vendiera'.

Usted es clave en la recuperación del legado. ¿Se siente continuadora de la espiral genética?

El haberme criado entre libros me ha marcado. Soy bibliotecaria y editora. Algo tiene que ver. Yo conocí a la mejor obra de Mario Verdaguer, su hija y mi abuela, Alicia, ¡era maravillosa! Me contaba cuentos, me hizo amar la magia de otras realidades. Seguir a Mario Verdaguer me hace estar al lado de ella.

Conocemos a las personas a través de sus obras. Como estudiosa y custodia del legado de Mario Verdaguer, ¿cómo le describiría?

Era brillante, muy observador, tímido, sabía escuchar; era humilde. No era fatuo. Cuando pienso que estuvo con Lorca, con Picasso, y que por no hacer caso a Machado y salir con él a Colliure le detuvieron... ¡Todo lo que podría haber hecho si la guerra civil no le hubiera truncado la vida...!

¿Cómo supone usted que viviría el actual procés en Cataluña?

Con tristeza. Mucha gente parte de este olvido. Él escribió en castellano pero siempre, siempre, y así lo ha dejado escrito, estuvo muy orgulloso de ser catalán, de su espíritu catalán. No sé en qué lado se hubiera posicionado porque por familia, su tío Narcís Verdaguer era de la Lliga, y su tía Francisca Bonemaison, eran profundamente catalanes, pero en un ambiente muy cosmopolita. Él era así. Estoy segura que él habría apostado por el diálogo.

¿Y usted qué opinión tiene?

Es triste que ninguna de las dos partes ceda. Con todo entiendo el sentimiento catalán. Las banderas dividen. Hay que convivir respetando la cultura e identidad de cada pueblo.

Todo este desencuentro sucede en una de las comunidades que tradicionalmente es más culta. ¿Fracaso de la cultura?

Yo creo que lo que ha habido es un fracaso de la política. En mi opinión la cultura mejora a las personas, es imprescindible como lo es cuidar el cuerpo. En mi caso es una necesidad intrínseca.

Lleva años trabajando en la Biblioteca de Cort, ¿la mejor ventana para observar la ciudad?

Digamos que desde ahí se ve un mundo peculiar de personas que tienen un perfil muy amplio interesadas sobre todo en Palma, que es la especialidad de la biblioteca.

Somos una comunidad indiferente a la lectura, a tenor de las encuestas, del cierre de librerías,¿tienen futuro las bibliotecas?

Sí, claro, a pesar de que aquí no hay interés por ellas. La Administración debería apostar por incentivarlas. ¿Cómo explicar que Can Salas cerrara los sábados y las tardes por falta de personal? En Cataluña el carnet de biblioteca es un prestigio.

En su hoja de servicios, haber narrado en distintas rutas lo mejor del patrimonio de Palma. ¿Cree que su bisabuelo la reconocería?

Creo que a Mario Verdaguer le horrorizaría y llevaría muy mal ver cómo se pierden negocios que son la identidad de Palma. Creo que lo que más le deprimiría es ver cómo no somos capaces de proteger nuestro patrimonio. Palma está más desvanecida que nunca. Hace años hicimos una ruta que era Palma, fa 100 anys. ¡Creo que de todos los lugares que enseñamos, apenas quedan abiertos tres o cuatro! Yo llevo muy mal la pérdida de nuestra esencia; lloramos cuando cierra un comercio, entonces ¿porqué no comprar en ellos? Tenemos que cambiar el chip. Puede que nos resulte un poco más caro consumir producto local que de centro comercial pero salimos ganando porque hacemos barrio, hacemos ciudad.

¿Qué opina del 'nuevo modelo de ciudad' del alcalde?

Que no lo conozco mucho, pero si apuesta por pulmones verdes y más vida cultural, me parecerá bien. Somos los mallorquines que debemos apoyar nuestra cultura. Soy mallorquina y mallorquinista.

Sin ánimo de ofender, el Mallorca sí que está desvanecido.

Aunque estemos en tercera, los que seguimos somos los verdaderos mallorquinistas. El fútbol es muy importante en mi vida. Mi padre fue directivo del Mallorca; tenemos la peña con el nombre de mi tío Toni Calafat, cada semana vamos la familia al fútbol. Mi hijo, de un año y medio, ya se pone la camiseta roja.

Y del balón a los libros. ¡Enhorabuena por el premio al mejor libro de cocina de España!

En 2015 Margalida Castells y yo montamos Souvenir edicions, bajo el lema Amb la cultura si es juga. Editamos libros, hacemos talleres, visitas, con los niños. Si conocen el patrimonio les enseñas a amarlo. Luego editamos libros como el de Mallorca a la cuina... Recibir este premio, al que ni nos presentamos, es una alegría. Estamos muy contentas.

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