A Can Ribas le van cambiando el guión. La antigua fábrica textil del barrio de La Soledat, y uno de los centros puntales sobre los que gravita la reforma de la zona de Nou Llevant, va a tener que esperar medio año como mínimo a que arranque la anunciada reforma de la nave industrial.

Desde Cultura admiten "no tener el calendario", aunque creen que "antes del verano podrían dar comienzo las obras de reforma". Ésta se llevará a cabo conforme al proyecto de rehabilitación firmado por el arquitecto Jaume R. Ferrer, ganador a concurso en 2005.

Por otro lado, otra modificación del centro es la función que debe seguir. Si en un principio se indicó desde Cort que Can Ribas iba a albergar un centro teatral, ahora se matiza el programa al sustanciarlo en local para las artes circenses. "Se trata de una demanda histórica, de ahí que la actividad principal serán las relacionadas con el circo", señaló Francisca Niell.

Sea una u otra, lo único que no varía el guión es que Can Ribas tiene que ser "un centro que implique a la barriada", añadió la directora general de Cultura en el Ayuntamiento.

Desde el vecindario de La Soledat, aguardan ser convocados esta semana para que se les presente el programa teórico de gestión elaborado por la Universitat de les Illes Balears, concretamente por Francisca Lladó. Se trata de una propuesta de autogestión para un centro cultural por el que pasarán diferentes artistas de distintas disciplinas, y siempre de cara al barrio.

Este programa se sustenta en un programa europeo de recuperación de zonas marginadas, con sede en Montpellier; se pusieron en contacto con es Baluard ya que consideran que Can Ribas es un "lugar ideal" para albergar un centro de estas características.

500.000 euros

La reforma de este espacio ya tiene asignados 500.000 euros, procedentes de la Ley de Capitalidad. Fue una de las fábricas de telas más importantes de Palma. Se levantó en 1851, y dejó de hilar en 1960.

Tal y como se indicó en la memoria del arquitecto Ferrer, "la fábrica de Can Ribas al estar organizada como un recinto cerrado se había convertido en una barrera que dividía el barrio de La Soledat en dos. La propuesta de reestructuración pretende abrir el recinto industrial al barrio. En 2003, el Plan Especial para la Reforma Interior sólo contemplaba preservar en el conjunto industrial de Can Ribas la nave principal como equipamiento público y la chimenea, y el resto de las naves afectadas eran demolidas. Sin embargo, el proyecto consiguió recuperar los elementos patrimoniales de mayor valor".