El relojero Pere CaminalsPere Caminals entra y sale del edificio de Cort como si fuera su segunda casa. Estos días acude más a menudo para asegurarse de que el engranaje del reloj está en perfectas condiciones. Queda muy poco para Nochevieja y para que esta antigua maquinaria haga tocar a En Figuera, la campana con la que muchos palmesanos se comerán las uvas.
La clave para que nada falle es que el reloj esté bien engrasado, explica Caminals. Y aunque ahora todo está más que controlado y revisado, este relojero afirma que estará al pie del cañón la noche del 31. "Hay tanta gente pendiente... Procuro que suene al segundo, porque hoy todo va vía satélite y todo el mundo tiene la hora exacta", comenta Caminals. Una Nochevieja, le suele recordar su mujer, se quedó "blanco cuando las campanadas sonaron con cuatro segundos de retraso".
En la última planta del edificio consistorial está la zona de trabajo del relojero. Tras atravesar despachos, se accede a la histórica máquina que hace funcionar el reloj, que está conectado a dos esferas, la grande de la fachada y otra en la sala de plenos, indica Pere Caminals. También está conectado a las campanas que tocan los cuartos y a la que da las campanadas. Desde aquí, subiendo un poco más, se llega a En Figuera, la gran campana rodeada de unas vistas impresionantes en lo más alto de Cort.
Bajando de nuevo, pero no mucho, Caminals muestra la parte interior de la esfera de la fachada, la que la mayoría identificamos como el reloj de Cort.
Pere Caminals se encarga del mantenimiento del reloj desde 2005 y lo seguirá haciendo una vez jubilado y echado el cierre a la Relojería Española a finales de año. Así lo ha acordado con el Ayuntamiento. Conoce bien lo que tiene entre manos, una maquinaria importada desde Francia por otro relojero, Juan Vicat, en 1863. No hace mucho conoció a un tataranieto de este hombre y, casualidades de la vida, se dedica a la enseñanza de formación relacionada con maquinaria, que es, como remarca Caminals, lo que hace funcionar a un reloj.
Tras tantos años, el relojero considera que sería hora de desmontar el reloj de Cort y limpiarlo, pero ese es un trabajo que puede llevar un tiempo imposible de calcular.
