El alcalde de Palma, Antoni Noguera, defendió ayer el estudio de movilidad encargado por el Ayuntamiento con el fin de determinar las consecuencias y los cambios que se deberán introducir en el tráfico de la ciudad si el eje cívico proyectado entre las calles Nuredduna e Indalecio Prieto se convierte íntegramente en peatonal y ciclista.

Para Noguera, este eje cívico ya previsto en el Plan General aprobado actualmente "es prioritario para la ciudad", aunque explicó que su ejecución se va a materializar en el próximo mandato.

Su ejecución permitirá unir peatonalmente el centro de la ciudad en menos de 20 minutos con barriadas del extrarradio como Son Gotleu, además de posibilitar la reducción de emisiones de contaminantes a la atmósfera. Insistió en que la solución que finalmente se adopte dependerá de los resultados del estudio encartado.

Por su parte, el concejal del PP, Javier Bonet calificó como "nueva ocurrencia" la posible peatonalización de este futuro eje cívico. Criticó que los vecinos desconocieran las intenciones del tripartito y aseguró que su grupo "ha recibido bastantes llamadas de residentes en las calles afectadas, "que nos han manifestado su estupefacción ante los cambios anunciados".