Hay movimiento en el Punto Verde del polígono de Son Castelló. Las obras que se están llevando a cabo van a convertirlo en un centro de reutilización y un aula de educación medioambiental el primer trimestre del 2018. Es el objetivo de Emaya dentro del ambicioso Plan de Residuos.

La iniciativa propiciará asimismo el intercambio de los objetos que un trabajador del Punto Verde seleccionará como posibles 'candidatos'. El ciudadano no debe tomarse esta nueva función del punto de recogida como una ampliación de un almacén de desechos sin más.

Lo más novedoso en este proyecto es que va a haber un espacio de preparación para la reutilización de los residuos que allí se depositen y que buscan una segunda vida. Emaya apuesta por fomentar el mercado de segunda mano y la prevención de residuos.

La ampliación va a suponer que el Punto Verde cuadriplicará su superficie.

Desde la empresa pública de agua y alcantarillado indican que "en estos momentos queda por perfilar qué modelo se elegirá", si uno similar al utilizado en algunos municipios de Cataluña conforme al cual el ciudadano deposita sus objetos y a cambio se le entrega un vale para que otro día, preferiblemente un sábado, vaya a recoger otro como intercambio. Existe otro modelo en el cual el intercambio de objetos depositados se hace simultáneamente el mismo día de su liberación.

"En cualquier caso, no se va a coger cualquier objeto sino que un empleado del Punto Verde hará una selección previa", indica la empresa pública.

Al mismo tiempo, existe otra propuesta que Cort valora. Procede de Navarra, "donde llevan años trabajando en iniciativas similares".

Ni que decir que Emaya no obtendrá beneficio económico alguno. Pero sí podría alcanzarse algún tipo de colaboración con la empresa privada Deixalles, que lleva años recogiendo material de desecho para ser comercializado y/o restaurado.

Al mismo tiempo la reforma que está llevándose a cabo va a contar con un aula de educación ambiental. Se trata de dar cabida en un mismo espacio a escuelas y otros colectivos con el objetivo de "concienciar a la ciudadanía de la necesidad de hacer una correcta gestión y separación de los residuos.

Uno de los caballos de batalla de Emaya es la campaña Tira'm els trastos que no están dando los resultados esperados, toda vez que incivismo aparte, la empresa ha constatado "prácticas de pequeñas mafias" que dejan trastos en la calle como sucedió la semana pasada en la calle Brotad, donde fueron pillados in fraganti depositando incluso material contaminante como electrodomésticos.