Si hacemos caso a los miembros del equipo de gobierno, ayer los ciudadanos de Palma vivieron al menos tres días históricos. Para el alcalde, Antoni Noguera, la presidenta de Emaya, Neus Truyol, y el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, el acuerdo que va a permitir el gasto de 25 millones a cuenta del canon de saneamiento es uno de ellos, ya que este hecho no se producía desde 2009. En cambio, para el exalcalde de la ciudad José Hila, ayer debe considerarse también histórico porque la junta de gobierno local aprobó el proyecto de ejecución del bosque urbano en la finca del antiguo canódromo, lo que posibilitará proseguir con el proyecto de Cuña Verde ya esbozado a principios del siglo pasado. Por último, para la concejala de Bienestar Social, Mercè Borràs, lo más reseñable de ayer fue la constitución de la comisión que coordinará las acciones previstas en el plan de erradicación del poblado de Son Banyaplan de erradicación del poblado de Son Banya.
Cort "perdona" 67 millones
En 2015 los técnicos de Emaya calcularon que el Govern adeudaba 101,7 millones al Ayuntamiento de Palma en concepto de canon de saneamiento desde 2001. Este año se ha alcanzado un acuerdo entre Emaya y Medio Ambiente para que el Ejecutivo autonómico aporte 35 millones por este concepto. Con esta cantidad se da por finiquitada la "deuda histórica", con la excusa de que el anterior Govern del PP, desligó la recaudación del canon a proyectos de saneamiento. De esta forma, los 66,7 millones que no se han invertido en la ciudad en esta materia se han esfumado.
Y ni Emaya está por la labor de reclamarlos, ni la conselleria de Medio Ambiente de aportarlos. Curiosamente, tanto el conseller Vidal como la presidenta Neus Truyol se escudan en el cambio y el incumplimiento del PP para seguir incumpliendo. Y aún tenemos que dar las gracias.
