El nuevo plan municipal para la erradicación, en un máximo de tres años, del poblado de Son Banya quemó ayer una nueva etapa. Se constituyó la comisión integrada por doce departamentos municipales y presidida por el alcalde, Antoni Noguera, que coordinará las actuaciones previstas en el plan para la supresión del asentamiento gitano.

De esta forma, según explicó la concejala de Bienestar Social, Mercè Borràs, su departamento es el responsable del plan social, de reinserción e inclusión social. Infraestructuras demolerá las barracas que se desalojen, mientras que Seguridad Ciudadana velará para que no se vuelvan a ocupar. Urbanismo trabaja par conseguir viviendas a las familias que sean desalojada y que cumplan los requisitos y Economía regulará las ayudas económicas. La primera actuación se realizará entre el 17 y 18 de abril con la demolición de 45 chabolas que ya cuentan con autorización judicial.