Acudir a los tribunales para dirimir un conflicto político nunca es una buena noticia. Es la constatación del fracaso de la negociación y de la capacidad de los representantes políticos para llegar a acuerdos. Se ha dicho en infinidad de ocasiones que la judicialización de la política es algo negativo, aunque parece que la anterior máxima solo se pronuncia de boquilla y sin convicción alguna. A las numerosas y variadas cuestions municipales que están judicializadas, es posible que se añada en los próximos días o semanas nada más y nada menos la Festa de l'Estendard.
Petición del Consell de Mallorca
Resulta que el Consell de Mallorca, con motivo de la celebración de la Diada de Mallorca el día 31 de diciembre, coincidiendo con la Festa de l'Estendard, ha solicitado al Ayuntamiento de Palma que modifique algunos aspectos con el fin de facilitar la participación de la entidad supramunicipal. Si bien la esencia del acto del día 31, consistente en la colocación por parte de la Corporación municipal del estandarte real, no se toca, y existe un informe del cronista municipal que así lo avala, el PP y ciudadanos no están de acuerdo. El PP, tras el rechazo del pleno del Ayuntamiento de su propuesta, consistente en no modificar ni una coma de la celebración, va a iniciar actuaciones en el Consell exigiendo que la comisión del Patrimonio se pronuncie, ya que la fiesta es un Bien de Interés Cultural (BIC).
La ofensiva de Ciudadanos
Por su parte, Ciudadanos ha aunciado una ofensiva que, bajo la apariencia administrativa, puede tener más recorrido judicial, puesto que ha solicitado que el alcalde explique qué acto administrativo le permite alterar la ceremonia de l'Estendard protegida como BIC. El segundo paso será acudir a los tribunales y solicitar la suspensión cautelar de la participación del Consell.
