Las obras de insonorización de la pista deportiva de Can Baró, junto al Mallorca Tenis Club, finalizarán en cuestión de días y para el Institut Municipal d´Esports (IME) es una "prioridad" volver a abrir estas instalaciones.

Durante esta semana se ha colocado una pantalla para disminuir el ruido que procede de esta pista, utilizada por centros escolares y clubes deportivos y que fue clausurada por el exceso de decibelios hace más de un año. El cese de actividad se produjo después de que una sentencia obligara al Ayuntamiento cerrar las instalaciones y a establecer medidas correctoras para evitar las molestias a los residentes en esta zona, que denunciaron judicialmente la situación.

Sin embargo, los mismos vecinos que durante años han soportado el ruido no creen que la pantalla instalada ahora, que ha costado 2.700 euros, solucione el problema, pues consideran que está a escasa altura, por debajo de sus ventanas.

Por parte del IME, su gerente, José María González, garantiza que antes de reabrir se repetirán las pruebas sonométricas para saber qué nivel de ruido soportan los vecinos. Si el resultado está dentro del límite permitido y el juzgado lo autoriza, la pista abrirá, comenta González. "Es una prioridad porque la zona está infradotada en equipamientos públicos", añade el gerente del IME.

Además, desde este instituto municipal se niega la versión ofrecida los vecinos a este diario, que se quejan de la falta de información sobre las obras de mejora que se están realizando. Por parte del IME, se asegura que han respondido a los cinco requerimientos recibidos.