Joan Groizard da ejemplo. El director de Energía del Govern balear se mueve desde 2015 con un modelo de coche eléctrico. Asegura que la "experiencia es fantástica", aunque advierte que "hay que conocer la infraestructura de puntos de carga", a su juicio, "suficientes" en la ciudad, y "mejorable" en Mallorca, aunque "jamás he sentido la angustia de no saber si llego a mi destino".

Aconseja probarlo "para ver el día a día", "programarse los puntos de carga semirápida en los puestos de trabajo" -en su caso, paradógicamente no existe ni pintode carga ni cuentan en su flota con vehículo eléctrico-.

Alienta su adquisición porque "aún siendo más caros que un vehículo de gasolina, el ahorro es mayor puesto que "es 6 0 10 veces más barato que la gasolina. Por cada euro de luz, ésta es más barata que la gasolinera".

Él no dispone de aparcamiento propio, de ahí que sepa perfectamente cuál es el mapa de los puntos de recarga de Palma y de los aparcamientos municipales. Además asegura que los puntos que él usa para 'alimentar' su coche 'verde' "son de vía rápida y en dos horas tengo la carga completa".

Insiste en que "el uso del vehículo electrico reduce en un 90 por cien la contaminación". Piensa que por tamaño, "Mallorca es un lugar idóneo, tanto para el tren que será eléctrico y de energía renovable".

En consonancia con la ley balear contra el cambio climático que va a impulsar el Govern balear en 2018, Groyzard recordó que "en cinco años, se necesitará una inversión de 13 millones para seguir instalando puntos de carga rápidos". Anima al sector de taxi y de coches de alquiler a subirse al coche verde.