Bellver tiene una historia intramuros negra. Una parte de ella, la que tiene que ver con los represaliados franquistas "más oscura", de ahí que los investigadores de Mutus hayan focalizado su trabajo en ellos. Gracias a la colaboración de los familiares de algunos familiares de las víctimas, entre las que se encuentran Emili Darder, Alexandre Jaume, Andreu Crespí, Ramon Lacomba, Josep Julià y Maria Pascual, Gabriel Noguera y Docmanel López, entre los más de ochocientas personas que sufrieron encarcelamiento en el icono del turismo contemporáneo de Palma, se dará luz el próximo 20 de diciembre en la exposición Bellver: pressó franquista.

"Estas personas que fueron presos políticos por defender sus ideas, y sus familiares, son un ejemplo de la memoria de esta ciudad", expresa el alcalde Antoni Noguera en el acto celebrado hoy en la Torre del Homenaje de Bellver.

Los nietos de aquellos muertos que asesinó la dictadura, o que fueron encarcelados por estar en el bando de los vencidos, han cedido cartas, o han permitido la reproducción del dominó en el que jugaba el que fuera alcalde republicano Emili Darder. O Joan Lacomba, hijo de Ramon Lacomba, que ha dejado el juego de cartas. Su padre, pescador de Son Españolet, aprendió a leer en la cárcel. O los familiares de Alexandre Jaume que han depositado algunas cartas como las que envió su abuelo a Gabriel Alomar.

"La memoria tiene un componente doloroso. Creo que hay que dosificarla", expresa Andreu Crespí, nieto de A. Crespí; a su lado, Emilio Cano, nieto de Emili Darder, dice todo lo contrario: "Creo que hace falta recordar. No se debe olvidar".

Algunos de los encarcelados dejaron testimonio en las paredes del patio de Bellver, la mayoría su nombre y apellidos, su lugar de origen. Los investigadores Esther Mas, Aina Ferrero y Tomeu Cañellas han encontrado 230 grafitis sobre todo en la zona norte del patio.

En la presentación de este proyecto museológico surgió la sobrina nieta de Antonio González Rodríguez, que fue delegado de transportes marítimo de la CNT y que fue asesinado. Ella salió para vindicar su derecho a encontrar los restos de su tío abuelo.

También Esperanza López, la nieta de Docmanel López fue a quejarse al alcalde. "Porqué no recuerdan a mi abuelo. Fue concejal del ayuntamiento de Palma con Emili Darder, y presidente de la Diputación. Aún hay olvidos", se lamenta.