El mundo se enteró de la represión del gobierno comunista en China cuando vio la fotografía del estudiante con camisa blanca frente a los tanques en la plaza de Tiannamen. En 1984, un pequeño grupo de sijs se opusieron al ejército del gobierno de Indira Ghandi. Los practicantes de esta religión siempre se han quejado de la persecución india, sin embargo, en 2014, un integrante del gobierno era sij. Se dice que existen unos 23 millones de practicantes de esta religión monoteísta. Entre 3.000 y 4.000 viven en Palma. Ayer esta comunidad tomó la ciudad para celebrar su fiesta del gurú Nanak.

La calle Albacete se tiñó ayer de naranja, azul, blanco, amarillo y negro, los colores sijs por excelencia, para recuperar la celebración que desde el 2014 se había suspendido por falta de dinero.

"Es muy costosa", aclaró Pal, uno de sus organizadores. "Oscila entre los 10.000 y 15.000 euros", aclara. El barrio de Corea se vio envuelto en los colores y aromas de este festejo religioso cuyos feligreses salieron de la gurdwara, entre cánticos, oraciones y bendiciones al libro sagrado, el gurú-grant-sahib.

Este año sí se pudieron reunir en Palma con sijs llegados desde Inglaterra y algún municipio de Cataluña. La comitiva fue limpiando (barriendo) las calles por donde pasaban, incluso algunos regalaban fruta fresca a los curiosos.

La primera parada fue en la plaza de España donde celebraron juegos de espada. La vistosidad de su atuendo, la elegancia de sus luchas, cautivó a más de uno. Los hombres de largas melenas las ocultan en vistosos turbantes. Ellas se envuelven en saris. Después fueron a comer a su otro centro en Pere Garau. Su dieta es vegetariana. El alcohol está vetado.