La empresa municipal Emaya está colocando contenedores de vidrio con un sistema especial para bares y restaurantes en las zonas en las que existe una gran concentración de negocios de este tipo. Ayer sustituyó los del Molinar, que tenía desde hace más de una semana depósitos nuevos, pero sin el denominado sistema Vacri, las siglas de volteo para la asistencia de contenedores rodantes individuales. Esto provocó quejas de restauradores y camareros por la peligrosidad de tirar los cristales rotos a mano y por la lentitud del trabajo, ya que había que depositar las botellas y botes de uno en uno.

Los actuales contenedores de vidrio se adaptan a los que tienen numerosos establecimientos, de 57 kilos de capacidad, otorgados por Ecoembes y en los que caben alrededor de medio centenar de botellas. Se pueden enganchar con el sistema Vacri, que permite vaciarlos cómodamente sin tocar el vidrio ni depositar botellas de una en una, como explicaron ayer desde Emaya. Añadieron además que en el Molinar ha aumentado de forma notable la capacidad de recogida de vidrio, ya que se ha pasado de 16 a 41 contenedores y de 70.000 a 90.200 litros.