Un 14% de la superficie del bosque de Bellver se encuentra en estado crítico, erosionado por el gran trasiego de gente que pasa por allí. La solución para recuperarlo y evitar que el daño ambiental vaya a más es señalizar y delimitar por dónde deben pasar los visitantes del que está considerado el principal pulmón verde de Palma, restringiendo el paso fuera de estos viales. Los fondos recaudados por el impuesto turístico financiarán con 904.133,78 euros este proyecto.
El grueso del presupuesto se destinará a delimitar y restaurar caminos y senderos en el bosque de Bellver. En concreto, se invertirán 709.747,28 euros. En estos trabajos se incluye la finalización del camino perimetral de Bellver, del que quedan por ejecutar tres fases de cinco.
Acceso delimitado
El plan de usos y gestión del bosque de Bellver, que se elaboró en 2016, incluía un diagnóstico de la situación de esta zona verde y como principal estrategia para su recuperación ya establecía que todo el bosque debía ser de acceso restringido, donde los usuarios solo pudieran circular por los caminos y áreas señalizados.
Por ello, otra partida de la financiación conseguida, algo más de 152.000 euros, se empleará en señalizar los espacios de uso público en Bellver. Habrá dos fases, una que se completará en 2018 y otra en 2019, cada una con una partida económica muy similar.
El tercer punto que incluye el proyecto financiado por el Govern es el de realizar una campaña de difusión, concienciación y colaboración ciudadana, para la que se dispondrá de 41.757,10 euros. Según el calendario previsto, esta actuación se realizará durante el próximo año.
El plazo de realización de la primera fase de ejecución y certificación de los tres proyectos es de un año, según las estimaciones del área de Infraestructuras del Ayuntamiento. Cort cuenta ya con los anteproyectos y el tiempo necesario para la redacción de los proyectos ejecutivos, aprobarlos, licitarlos y adjudicarlos es de diez meses.
Diagnóstico de Bellver
Hace más de un año, los técnicos municipales detectaron una pérdida de suelo y de vegetación por el uso que se estaba dando al bosque que rodea al castillo. "La mayor parte de la erosión está directamente relacionada con los viales, tanto en el trazado de los mismos como en las zonas adyacentes, producida por el pisoteo de los visitantes que no permite la regeneración natural de la vegetación", sostiene el informe.
Sin embargo, Bellver sigue conservando "zonas de gran valor ecológico singulares por presentar comunidades vegetales evolucionadas sobre suelos bien desarrollados y aquellas zonas asociadas a los cursos de agua, donde se encuentran la mayoría de encinas del bosque. Estas representan el 10% de la superficie de Bellver".
Una vez se hayan restaurado, delimitado y señalizado los caminos y zonas públicas, quedará pendiente la mejora y restauración de infraestructuras del bosque, el control de la fauna invasora, la eliminación de especies exóticas invasoras de flora, la recuperación de las zonas agrícolas de Son Berga y la creación de nuevas actividades educativas, entre algunas más.
