La Beateta cumplió con la tradición y sobre el Carro Triunfal presidió la histórica procesión desde el paseo Mallorca hasta el convento de Santa Magdalena, donde ingresó con 24 años Santa Catalina Tomàs y lugar donde permanecen sus restos desde 1574.

Pilar Planas Alzamora, ataviada con el traje tradicional mallorquín y acompañada de otros niños que representaban a los ángeles, encarnó este año a la Beateta en la concurrida procesión que transcurrió por parte del centro de Palmahasta llegar a la tumba de santa Catalina Tomàs, donde se realizó la ofrenda floral.

La procesión comenzó a las siete de la tarde, pero, horas antes, la Policía Local ya había restringido el tráfico en el paseo Mallorca, Jaume III, calle Unió, plaza Mercat, Weyler, calle Riera, la Rambla y Vía Roma, lugares por los que pasaría después el carro de la santa hacia Santa Magdalena.

Tradición centenaria

Esta procesión se celebra desde 1792, fecha en la que fue beatificada santa Catalina Tomàs, quien nació en Valldemossa pero siendo una joven, ya huérfana, solicitó ingresar en algunos conventos de Palma. Finalmente lo hizo en el de Santa Magdalena, donde finaliza cada año esta procesión.

El Carro Triunfal cerraba el desfile de carrozas que representan escenas de la vida de la santa mallorquina. Además de los angelitos, los gegants y capgrossos, los grupos de xeremiers y los dimonis completaron la procesión, en la que cada año participan centenerares de personas, ya sea como público o en el desfile. Las agrupaciones de ball de bot de diferentes municipios amenizaron esta procesión.

Cada año, uno de los momentos más significativos es cuando el Carro Triunfal llega a la plaza del Mercat y se detiene ante la piedra en la que la joven Catalina esperó hasta saber que la admitían en el convento.

Elementos de cultura popular

Esta fiesta, que cuenta con la colaboración del Consell de Mallorca, se celebra el tercer sábado de octubre para recordar un hecho histórico. Pero la importancia de esta celebración también tiene que ver con el Carro Triunfal, construido en 1868 y que forma parte del patrimonio material con valor histórico artístico del Consell, además de otros elementos del patrimonio cultural popular como son el ball de bot, los dimonis, gegants, capgrossos i bestiari, xeremiers y la vestimenta tradicional mallorquina, como recordó el departamento de Cultura insular.

Las fiestas de la Beata en Palma no se limitaron a la procesión. Por la mañana se celebró un pasacalles con xeremiers por los alrededores del convento de Santa Magdalena y una eucaristía.