Cada vez son más los que se mueven por la ciudad en bicicleta. Aún colocándose más anclajes para aparcarlas en la calle, el problema estriba en qué hacer con tu vehículo cuando llegas a casa si no tienes aparcamiento. Dos vecinos de Canamunt, Marisol Fernández y Xisco Oliver se adelantaron tras ver el ejemplo en Amsterdam. Animar a la asociación de vecinos a alquilar un local donde dejar sus bicis por una cuota económica. El sí fue mayoritario y desde 2009, Canamunt cuenta con un local donde dejar bicis.

"La idea nació porque muchos usuarios de bici del casco antiguo vivimos en pisos sin ascensor, escaleras estrechas que ponen difícil subirlas. En Amsterdam vimos un aparcamiento muy grande utilizado en un barrio por lo vecinos. Marisol planteó una idea similar, más modesta, desde luego, en la asociación y gustó", cuenta Xisco Oliver.

Canamunt se apuntó a la iniciativa. Un vecino y socio, Pere Oliver les alquiló un local en Posada de Lluc a un precio razonable. Con la ayuda de Bita Bennàssar se habilitó el local con palés y un sistema artesanal de anclaje. Había espacio para 31 plazas. "La respuesta fue positiva. Siempre hemos alcanzado el 80 por cien de ocupación", subraya Oliver.

Las cuotas para socios y residentes fueron de 12 euros al mes al principio; ahora son de 7. Lo más importante, y Oliver quiere que quede claro, "es que es una iniciativa vecinal, autogestionada sin ánimo de lucro". El dinero que se consigue se destina a pagar el alquiler y gastos de luz; al principio también hubo inversión en adecuar el garaje al uso de aparcamiento de bicicletas.

Otra idea muy importante es que "es para vecinos", no para turistas. "No admitimos que personas que están de paso y quieren alquilarlo por días o por un mes. Esta es una iniciativa para las personas que viven en el barrio y socios de la asociación vecinal. No es un negocio", aclara Oliver. Por ello, el pago es semestral.

Cada socio puede tener más de una plaza, pero no suelen pedir más. Otro dato, más de la mitad de los usuarios de este servicio de aparcamiento de bicicletas en Canamunt son mujeres.

La asociación vecinal ha recibido subvenciones del Ayuntamiento a través de las ayudas que se otorgan a las entidades vecinales. Con ellas se financian el alquiler del local y otros gastos. Pocos. Ahora ya no la solicitan.

En 2016 se trasladaron a un local de Càritas en la calle Socorro. Se mantiene el mismo número de plazas; 31."Ha habido picos, con la crisis hay quien prescindió de este gasto, pero ahora ha vuelto a remontar", indica Oliver.

A los impulsores de esta iniciativa ciudadana, pionera en Palma, les gustaría que prendiese en otros barrios. "Hemos recibido peticiones de información por parte de algunas asociaciones, pero creemos que no se han puesto en marcha. En Canamunt estamos dispuestos a contar cómo nos ha ido. Esta manera de aparcar en el barrio, a pie de calle, además es segura. "Afortunadamente, no ha habido ningún robo", comenta Oliver.

Cabe destacar que la impulsora, Marisol Fernández, ex regidora municipal de Més, fue quien propuso que en los aparcamiento públicos se habilitaran plazas para bicis. Una medida que el actual regidor, Joan Ferrer ha llevado a la práctica.