Joan Forteza ha sido reelegido por unanimidad presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma. Su segunda y última legislatura al frente de la entidad tendrá como prioridades la consecución de una ordenanza de ocupación de la vía pública que defienda los intereses de la ciudadanía, la prohibición total del alquiler turístico en viviendas plurifamiliares y la gestión cívica de los Casals de Barri, entre otros temas municipales.

Las elecciones de la Federación se celebraron el jueves y los 34 presidentes de las asociaciones vecinales que la integran votaron a los nuevos miembros de la junta directiva, que está compuesta por 12 personas. Entre ellos, eligieron a Joan Forteza como presidente durante los próximos cuatro años.

Este será su último mandato, ya que no repetirá “por coherencia”, debido a que a los políticos les pide “un máximo de ocho años para que no se perpetúen en el cargo, por lo que uno mismo debe ser consecuente”, en palabras del dirigente vecinal.

Los nuevos integrantes de la junta con responsabilidad directa son el vicepresidente, José María Pascual; el tesorero, Jaume Bonet; y el secretario, Sergi Cassanyes. Los dos primeros pertenecen a la asociación de Son Dameto, mientras que el secretario forma parte de la entidad vecinal de Ses Veles; y Forteza, del Coll d’en Rabassa, tal como informaron en una nota de prensa.

Destacaron en el comunicado que, entre los objetivos que se marca la nueva junta directiva, pretenden seguir colaborando con el actual equipo de gobierno y el resto de entidades cívicas “desde una crítica constructiva y constante”.

Quieren “ayudar a construir poco a poco y desde la participación una ciudad modélica basada en la convivencia y la tolerancia, donde todo el mundo tenga cabida, defendiendo el patrimonio y la cultura que nos son propios y en la que los intereses generales por encima de los particulares sean el objetivo común a conseguir”.